José María López fue la gran figura en la fiesta del deporte cordobés, realizada por el Círculo de Periodistas Deportivos de Córdoba, donde se entregaron los premios Cuna de Campeones y donde el riotercerense recibió el Rombo de Oro.
El Círculo de Periodistas Deportivos lo premio por partida doble, al entregarle el Rombo de Oro en una cerrada votación junto a Sebastián Crismanich (taekwondo).
Pero en este 2012, donde López se consagró en el Súper TC 2000, el final tenía el color dorado de la gloria. La misma que acarició hace unas semanas en la pista.
Se lo notó sorprendido. No lo esperaba. No dijo mucho más, ni arriba del escenario -donde agradeció y dedicó a todos- y menos cuando las preguntas de rigor llegaron. Destacado por todos, sobresale la humildad y la serenidad para contestar. El piloto, luego de eso, durante la cena realizada días atrás en el Hotel Sheraton de Córdoba, dialogó con EL DIARIO.
-¿Qué más te falta este año?
-Todavía quedan sueños por cumplir. Pero igual, pase lo que pase, mañana a levantarse temprano y entrenar.
-Apenas ganaste, Mario Pergolini te comentó que él te había visto más maduro. ¿Esa madurez, después de tantos años movidos, fue uno de los pilares para que fueras campeón?
-Los años pasan y te dejan siempre algo. Uno se vuelve más maduro, más conocedor de cosas. Si te va mal, valorás lo bueno y seguro que me sirvieron estos años, donde no todo salió como quería. La llegada del 2012 fue con muchas emociones. Empezó de manera diferente a lo que pensé, ya que no creía estar en el Súper TC 2000.
-Estos premios tienen la particularidad de ser horizontales. Todos están en la misma altura, ¿por eso es la sorpresa? ¿En serio no te lo esperabas?
-Pensé que era para Prigioni. Se valora más el esfuerzo y cómo se da el resultado, por eso está bueno que todos seamos candidatos.
-En el año de los récords de Messi, “Pechito” puede imaginarse romper muchos porque tiene con qué y tiene tiempo…
-Lo de Messi es impresionante.
-¿Y lo de Pechito que es?
-Bueh, no sé. Tengo tres títulos, ojalá pueda lograr alguno más. Lo lindo de los récords es porque te exigen arriesgar y buscar siempre más. Al final del día uno tiene que estar tranquilo con haber dado todo, con haber dejado el alma. Y eso es lo que hago, en la pista o en cualquier lado”.
Luego, otros periodistas le preguntarían más cosas sobre el premio. Uno se aparta y se queda pensando: “Si este tipo va hacia los sueños de la misma manera en que maneja, los alcanzará más temprano que tarde”.