El viernes pasado, en la sesión ordinaria del Concejo Deliberante se aprobó la actualización de la norma que regula el funcionamiento del Mercado de Abasto, que databa de 1965. En efecto, los concejales aprobaron por unanimidad un proyecto de ordenanza de Unión por Córdoba-Frente para la Victoria que establece la comercialización, distribución, venta y suministro de frutas, legumbres y hortalizas en el Mercado de Abasto. Entre los principales cambios introducidos, se encuentra la obligatoriedad de que las frutas, legumbres, hortalizas y productos avícolas (huevos) deban ingresar al Mercado de Abasto, para que allí se efectúen los controles sanitarios necesarios, evitando que lleguen a las verdulerías alimentos de origen desconocido.
Del mismo modo, se precisó que los vehículos dedicados al transporte de mercaderías deberán estar habilitados por el municipio, cumpliendo con las exigencias del Senasa y para adecuarse tendrán un plazo de 90 días. Por último, se incorporó la figura del changarín, que quedó definido como “toda persona física que de manera autónoma (monotributista) y/o en relación de dependencia (empleado) con alguno de los actores del Mercado, realiza tareas de carga y descarga de mercadería dentro de las instalaciones”.
“Se establece un monopolio”
Ante esta modificación en las reglas, un grupo de repartidores de huevos, como actores afectados, remitieron una misiva a nuestra Redacción para hacer conocer su opinión al respecto: “Tal como expresa el título de nuestra Constitución provincial en su artículo 67 deja asentado un principio económico fundamental respecto a la libre iniciativa privada. Es decir, en lo que se refiere a la libertad económica o libre competencia, o más comúnmente denominado “el libre juego de la oferta y demanda”. Siendo poco este dato, la Ley 25.156 sobre Defensa de la Competencia, en su artículo 1 prohíbe y sanciona aquellos actos o conductas que tengan por fin limitar, restringir, falsear o distorsionar la competencia o el acceso al mercado o que en su defecto constituyan abuso de una posición dominante en el mismo. En la edición, con fecha de martes 18, se publicó una nota que anunciaba en el subtítulo la siguiente expresión: “Garantizar la salubridad”, la cual manifestaba a modo de recordar al lector en pocas palabras que, como aspectos novedosos de la nueva normativa que se debatió en el Concejo Deliberante se incluiría en principio la comercialización obligatoria dentro del mercado de los productos de granja, en especial los huevos. ¿Residiría en este innovador reglamento una perspicaz manera de monopolizar la venta de este producto dentro del Mercado de Abasto o, para ser directos, no estaríamos frente a una clara limitación a nuestro derecho de producir y comercializar bienes libremente? Sí, desde ya un absurdo. Si nuestros representantes, es decir, quienes tienen en sus manos el poder de decisión ratificaran semejante avasallamiento a la libre iniciativa privada, sólo lograrían debilitar dicha garantía, estableciendo claramente un monopolio, marginando y desocupando a numerosas familias que viven de esta actividad, provocando como efecto colateral un posible desabastecimiento debido a que, como es notable, nuestra ciudad ha crecido en estas últimas décadas de forma eminente. Por lo que aquellos comerciantes a los que les resulta casi imposible recorrer toda la ciudad para llegar al Mercado quizás para comprar 20 docenas de huevos, dejarían de comercializar en sus negocios dicho producto. Vivimos en una época en la que es palpable la insistente lucha del Gobierno nacional por eliminar las centralizaciones económicas para ponerle fin a los monopolios. Es el momento para comenzar la contienda desde el municipio. Es decir, desde esta comunidad que tal como reza la Constitución está “fundada en la convivencia y es una común-unión natural...”. Es por ello que apelamos a la sana crítica de nuestros concejales a fin de que se someta a un profundo análisis sobre los perjuicios que traería consigo la imposición de centralizar el comercio del huevo (entre otros productos), en unos pocos. Es decir monopolizar la venta de este producto sólo para aquellos que tienen la opción de formar parte de tan reducido grupo, impidiendo que quienes han mantenido durante más de veinte años una relación con cada verdulería, despensa y mini-mercadito dispersos por todo el ejido municipal, no puedan ser libres de abastecer a sus clientes de este producto. También hacemos uso de este medio para noticiar a quienes deseen unir su pedido al nuestro y así trabajar a fin de lograr se continúe garantizando en nuestra ciudad como hasta ahora, la libertad de comercio y la libre iniciativa privada.” Firman: Juan Carlos Heredia, Carlos Heredia, José Luis Heredia, José Destéfanis, Norma de Santa, Gabriel Riera y la doctora Analía Paula Nicolli (MP 4642).
Changarines preocupados
Entre hoy y mañana, un sector de repartidores de hortalizas y huevos se reunirá en el seno del Mercado para analizar las últimas modificaciones en la ordenanza vigente. La convocatoria intentará juntar también a comerciantes, proveedores, fleteros y changarines. Sobre este último grupo la preocupación se ha generado por la opción de ser considerados como autónomos, no sólo en relación de dependencia.