A prácticamente siete años del histórico título nacional de selecciones que obtuvieron en Bariloche, aquel destacado grupo de jóvenes jugadores que representaron a la Liga Villamariense de Fútbol y a toda la provincia, volvieron a reunirse y compartir, como tantas noches vivieron en el sur del país, una ocasión especial.

Todo nació por una iniciativa de uno de los integrantes de aquel plantel histórico de nuestra Liga que, dirigidos por el recordado entrenador Marcelo Alamo, deportivamente cumplieron un sueño, pero también forjaron una amistad que perdura, que es lo más importante. Por lo tanto, después de llamados, mensajes y conversaciones, pudieron volver a estar todo juntos para recordar anecdótas y vivencias.

Uno de los jugadores de aque plantel, Amed Elhall -principal artífice de volver a reunir a aquel plantel-, destacó que todo surgió porque “con los chicos que nos veníamos acá en Villa María siempre estaba la idea de juntarnos hasta que, este año, se tomó la iniciativa. Empezamos a buscarnos por teléfono o facebook y, cuando tiramos la idea, todos se mostraron felices y logramos juntarnos”.

Para “Turquito”, además, ese grupo logró “amistades que, pese a que no te vés por mucho tiempo o haya mucha distancia, sabes que siempre está el afecto porque se formó un grupo muy fuerte, unido, de muy buena gente y que además porque logramos algo muy importante para todos nosotros”.

A su vez, Matías Valle, actual jugador de Española, detalló que “siempre resaltamos que, una vez que participamos del Provincial, tanto Marcelo (Alamo) como ‘Tatalo’ (Giovanardi) confíaron en nosotros para ir a jugar el Nacional, nos respetaron el lugar, y eso para nosotros fue muy importante”.

Y, sobre sus recuerdos de aquel certamen, manifestó: “como base creo que logramos hacer un grupo bárbaro y con una convivencia perfecta. Y después, en el torneo, nos preparamos muy bien, prácticamente tuvimos tres meses trabajando y, una vez que se fueron dando los partidos, nos empezamos a dar cuentas que eramos superiores”.

“Siempre recuerdo todo lo que vivimos en el hotel y la semifinal ante Bariloche, ya que, con 15 años, jugamos un partido ante 1.500 personas alrededor, que fue algo que nos impactó y además le ganamos en los penales”, añadió.

Elhall, en tanto, explicó que en la previa a dicha semifinales vivieron cosas “rarísimas” porque “la gente de ahí fueron a la noche a tirar bombas en el hotel donde estábamos, incluso nos tiraron piedras al colectivo”.

Eduardo “Tatalo” Giovanardi, que formó parte del cuerpo técnico, destacó que “lo que vivimos con ese grupo fue una experiencia muy linda” y explicó “fuímos a representar, además de la Liga, a toda la provincia y culminamos con un título nacional”.

Y, además, remarcó “es muy reconfortante que, después de varios años, estos chicos se vuelvan a juntar a recordar todo lo que vivieron porque fue un viaje muy lindo y haberlo culminado con un logro deportivo, es lo que mejor que te puede suceder”.

Pocos faltaron al reencuentro por razones personales, pero la convocatoria fue masiva a la cena colmada de emoción. 

En aquel Nacional, en tanto, el seleccionado villamariense logró el certamen de manera invicta. En la etapa clasificatoria, venció a Misiones (3-1) y Jujuy (1-0) e igualó sin goles con La Pampa. Luego, en semifinales, empató 1 a 1 con Bariloche y luego ganó en los penales y, en la final, goleó por 3-0 a Azul.

El histórico título contó con este plantel y cuerpo técnico: Gabriel Frandino, Amed Elhall, Pablo Tais, Diego Gutiérrez, Alexis Pons, Lucas Giménez, Matías Valle, Cristian López, Nicolás Domínguez, Pablo Podio, Herman Stéfani, Guillermo Mascambroni, Juan Arce, Nicanor Guayanes, Maximiliano Conti, Juan Rosso, Marcos Mansilla, Lucas Barengo, Enzo Andrés, Marcelo Alamo (director técnico), Eduardo Giovanardi (Ayudante de campo), Mario Carmona (utilero), Miguel Tissera (masajista) y Juan Zillio (delegado).