La Nochebuena volvió a reunir en torno a la mesa navideña a miles de villamarienses que tradicionalmente preparan detalladamente el festejo.
Desde el viernes, los negocios céntricos y también los de los barrios registraban una marcada afluencia de clientes en procura de regalos y presentes para los suyos.
La Navidad fue intensa y no sólo en los termómetros (la sensación térmica trepó hasta más allá de los 40 grados antes de medianoche) o en la ventolera que finalmente se hizo protagonista de la madrugada, sino también en toda la movida que existió para conmemorar el nacimiento del niño Jesús.
EL DIARIO, con cámara fotográfica y grabador en mano, recorrió distintos lugares de Villa María para conocer cómo fue la celebración navideña a nivel local.
El primer paso de nuestro periplo estuvo orientado hacia la preparación de lechones, corderos o chivitos asados, una de las preferencias gastronómicas que se destacan cada 24 de diciembre.
El dato que obtuvimos era que varias panaderías tenían atestados sus hornos y parrillas con los deliciosos manjares.
Nuestra búsqueda finalmente nos hizo recalar en la Panificadora “El Trébol” de Héctor Campos, donde sobre unas mesas de tablones, descansaban doraditos y panza para arriba varios lechoncitos esperando sus dueños.
“Cocinamos 45 lechones, 10 cabritos y 20 costillares, es un poco menos que el año anterior”, destacó el hijo de don Héctor y colaborador en la hechura de los “bichos” que sin escalas del asador pasaron a los platos.
Toda la carne al asador
Este año los comedores, las preparaciones de comidas y rotiserías estuvieron a pleno. Por caso vale apreciar lo que sucedió en el “Fogón del Colo” que cerca de las 21 tenía su parrilla repleta y todo los lugares reservados.
Mientras el viento norte caliente seguía sin dar tregua a los villamarienses, quisimos compartir un brindis en algunos de los locales de comida. Persiguiendo este objetivo hicimos parada en “El Aljibe” y allí algunas copas se levantaron junto a las nuestras.
Paladeando todavía los brebajes compartidos, decidimos llegarnos a la iglesia evangélica de General Paz 260.
En el lugar, la feliz idea de un grupo de jóvenes que propusieron abrir las puertas de su comunidad para festejar Navidad con personas solas se concretó en la realidad.
Los impulsores de la propuesta se mostraron satisfechos por la actividad que aseguran les llenó y reconfortó el alma.
Y nos dieron las 12
Finalmente la medianoche tan esperada llegó y el cielo fue iluminado por un estruendoso destello de bombas y fuegos artificiales (que este año duraron poco tiempo).
Como corresponde, no podíamos faltar al brindis con el personal del Hospital Pasteur. En el nosocomio, Silvia, Daniel, Celeste, Evelin, Lucrecia, Marcela, Carmen, Marta, Héctor, Mariela, Sandra, María Eugenia, Laureano, Walter, Sergio, Estella, Jorgelina, Bruno por dos, Mauricio, Sonia, Silvina, Alberto y Guillermo, levantaron sus copas y brindaron por sus seres queridos.
En otra de las instituciones locales emblemáticas el festejo tuvo que posponerse ante la llamada a cumplir con su deber. Sobre la medianoche, los Bomberos Voluntarios salieron raudamente hacia un accidente. A pesar de la urgencia, Hugo, Jorge y la doctora Ontivero, desde la ambulancia en marcha se hicieron un tiempo para efectuar un fraternal saludo navideño a toda la comunidad.
Otros de los trabajadores que recibieron la Navidad en sus lugares de labor fueron Franco y Claudio, que se desempeñan como playeros de la estación de servicio YPF sobre avenida Perón.
“La medianoche estuvo tranquila pero pudimos observar, que a partir de la dos de la madrugada empezaron a acercarse infinidad de vehículos”, comentaron.
Pronóstico acertado
Párrafo aparte para el clima de Nochebuena. Antes de la medianoche, el calor y la humedad llegaron a niveles poco soportables. La brisa que, durante la noche, fue de suave a regular no hacía presagiar el vendaval que en la madrugada llegó para quedarse.
Si bien, meteorólogos y sitios especializados en pronosticar el tiempo ya advertían sobre el radical cambio climático nada pudo torcer el destino de la noche navideña y de las iniciativas recreativas que estaban previstas a cielo abierto.
A las dos de la mañana, el viento pasó de apacible a intenso. Masas de aire muy fuertes y casi huracanadas se movían con fiereza bajo un cielo estrellado y luna refulgente.
En la superficie villamariense, las personas que ya habían elegido su lugar de diversión comenzaban a moverse hacia estos sitios. Este año, respecto a este rubro, se apreció una menor cantidad de “salidores”. Tal vez el viento reinante hizo desistir a algunos.
No obstante, los que no se dejaron amedrentar por las rachas ventosas y el polvo en suspensión hicieron valer sus preferencias para festejar.
Las cuatro mil entradas anticipadas para la fiesta de “Clubber Land”, indicaban que iba a ser el lugar de más convocatoria y así fue nomás.
Desde temprano se pudieron ver a centenares de jóvenes caminando hacia el predio del Sindicato Municipal, ubicado en Costanera y Storni.
Al ritmo de cumbia, merenteto y demás, en la carpa gigante o el VIP, los chicos se divirtieron desafiando al viento.
Por su parte, “Supper Club” y los boliches villanovenses “Quinoto”, trabajaron como un sábado normal así como “Aruba Summer”.
Víctor Alvez
Las fotografías
1) El brindis en el Hospital Pasteur con los trabajadores que estuvieron de guardia
2) El espacio “Clubber Land” fue el más convocante. Los chicos saludan y se divierten
3) Héctor y su familia cocinaron en una panadería, 45 lechones, 10 cabritos y 20 costillares
4) Las personas que festejaron Nochebuena en “El Aljibe” brindaron con EL DIARIO
5) Franco y Claudio pasaron su noche navideña trabajando
6) Los Bomberos Voluntarios, siempre dispuestos a servir
7) Fabio, Javier, Emilio y Fabián, encargados del asador en el “Fogón del Colo”
8) Evangélicos cumplieron en Navidad con un gesto que llena el alma