“Me dirijo a ustedes porque tengo mucha impotencia como mamá, porque estando en la costanera el pasado sábado vi cómo la Policía corría a un chico que andaba en moto a toda velocidad. El chico en un momento se cayó de la moto y la Policía se disparó.
Mi hijo, un fin de semana anterior, fue a un cumpleaños de 15, lo agarró la Policía en la entrada de la fiesta y lo llevó hasta la Comisaría. En el camino lo esposaron y le pegaron. Le dejaron la cara toda golpeada. Tiene 16 años, es bajito y flaquito. Es un abuso de autoridad, en vez de cumplir con su trabajo.
La Policía es corrupta y en cualquier momento mata a algún menor de edad y después, ellos no saben nada.
Vengo a EL DIARIO porque no sé qué hacer.
Los chicos salen y en vez de estar cuidados por la Policía, le tienen miedo, porque los llevan a la Comisaría, les pegan, los “verduguean” y si son mayores de edad, les ponen una causa por “merodeo” y los tienen tres días presos. Hay corrupción y uno se siente impotente, sin saber qué hacer. Por eso me tomé la molestia de venir a EL DIARIO, para que alguien vea si puede hacer algo para que dejen a los menores tranquilos.
Ellos saben bien adónde está la delincuencia.
Que no los corran. Los chicos no paran porque saben que les van a pegar.
Mi hijo tiene todos los papeles de la moto en regla. Yo le pago hasta el seguro, pero tiene miedo.
Pónganse una mano en el corazón. ¿Ustedes no tienen hijos o sobrinos? ¿Les gustaría que les peguen al vicio?
No los hagan malos a los chicos con sus acciones. No maten a los jóvenes”.
Marcela Carina Urbani