“El nuevo año se aproxima con su carga de esperanzas, de nuevos proyectos, de antiguas ilusiones que por fin, esperamos, se van a concretar. Es el momento de reflexionar sobre si el año que vamos a estrenar va a incluir a todos o si algunos, los eternos postergados, van a seguir en esa condición. Entre esos eternos postergados están nuestros animales, de quienes desde siempre hemos dependido para nuestro alimento, trabajo, vestido y solaz. 

Sin embargo, todavía hoy muchas personas piensan en ellos como objetos que se pueden usar y luego descartar a voluntad. Son los que todavía están esperando una ley actualizada que ponga coto a los abusos cometidos contra ellos, que castigue a quienes los cometen con penas efectivas y eficaces para disuadir a quienes pudieran caer en esa conducta en el futuro. Todavía están esperando a ese gobernante que los incluya en un proyecto político que piense más en el bienestar de los débiles que en la aprobación de los poderosos.

Todavía están esperando que haya suficientes voluntades que se sumen para exigir a ese gobernante que escuche a quienes le prestan su voz a los que no la tienen, pero que hablan con sus ojos cansados de viejitos que no tienen donde terminar sus días con dignidad; con sus ojitos entre asustados y esperanzados de animalitos jóvenes que deambulan por las calles hasta que un vehículo termine con ellos o que otro los atrape y los lleve a un lugar donde reina la desesperanza, la indiferencia, el terror; con sus ojitos recién abiertos a un mundo que se les presenta cruel y sin espacio para alojarlos porque no son de raza.

Por todo esto, hagamos del nuevo año un año para todos, dedicando siquiera unos minutos a pensar en todo lo que les debemos y, dentro de nuestras posibilidades, démosle a ese callejerito un hogar o, al menos, agua fresca para contrarrestar las altas temperaturas estivales, algo para comer y, sobre todo, no usemos esa pirotecnia que tal vez quede muy decorativa en el cielo sobre nuestras cabezas, pero que convierte a la tierra en un infierno para nuestros animales”.

                                                  

Mg. María T. Magi

DNI 6.351.518 

 

 

Agradecimiento

 

“En estas fiestas, Franco Gatti y Romina Sánchez saludamos a Darío Ranco, Ariel Petruchi y a la Municipalidad de Tío Pujio, en agradecimiento por la ayuda aportada en relación a la salud de Facundo Gatti, así logramos llegar al Hospital Garrahan en busca de un diagnóstico”.

 

Familia Gatti