El único representante villamariense en el Dakar, Gustavo Beccaría, estuvo realizando con su piloto Francisco Regunaschi una serie de intensos tests tendientes a poner a punto la Toyota Tundra, unidad de competición que utilizarán en la exigente competencia internacional que comenzará en Perú el próximo 5 de enero.
Los ensayos se concretaron en Santiago, Chile, lugar donde se construyó la camioneta con un equipo experimentado que tiene como antecedente el montaje de otros vehículos del mismo modelo que tuvieron como premio mayúsculo haber derrotado al implacable Dakar en ediciones anteriores.
Fueron varios kilómetros recorridos en condiciones adversas de terreno como para acercarse a lo que la ruta del Dakar propone. Las pruebas tuvieron una amplia aceptación por parte de la tripulación que por estas horas está ultimando detalles para emprender el viaje que la depositará en tierras peruanas el venidero 1 de enero para después iniciar los trámites administrativos y técnicos previos que culminarán con la largada de la competencia.
Diálogo
Una vez finalizado el riguroso sondeo, Gustavo Beccaría dejó sus conceptos a EL DIARIO: “Quedamos muy conformes con Francisco por el rendimiento de la unidad. Se nota muy potente y fuerte, dos atributos indispensables para intentar vencer la exigente competencia.
Si bien nada se podrá parecer al recorrido de la prueba, los extremados tests nos colmaron las expectativas”.
Más adelante, Beccaría agregó: “La camioneta es nueva y armada totalmente en Chile por un equipo con muy buenos antecedentes. En eso difiere de los intentos anteriores cuando se utilizó una excelente camioneta, pero con reformas para carreras no tan duras como ésta. Creemos que trazamos una estrategia ideal, aunque tendremos que esperar el desarrollo de la prueba para saber si los pasos fueron los correctos.
Creo que este año venceremos al mítico Dakar, que es el principal objetivo sin importar el puesto que podamos conseguir. Llegar a Chile será nuestro mejor premio”.
La carrera
Durante su quinta incursión en tierras sudamericanas, el Dakar será acogido por tres países que han desplegado sus encantos durante los últimos años. Poco sentido tiene ya mantener el misterio, pues el recorrido hablará alto y claro del 5 al 20 de enero del año próximo. Por primera vez, el desierto en mayúsculas entrará en escena desde las primeras etapas del rally. Tras reencontrarse con Lima, los pilotos entrarán enseguida en harina. La jornada de descanso en San Miguel de Tucumán representará la gran salvación para los pilotos. Para llegar hasta Santiago, tendrán que recorrer una distancia de más de 8.000 kilómetros.
El descubrimiento de Perú fascinó a quienes lograron llegar a esa fase del rally en 2012. En la edición 2013, todos los pilotos y equipos tendrán la posibilidad de comprobarlo con sus propios ojos en los cordones de dunas más imponentes que se han surcado en el continente desde 2009. Nunca antes en su historia el Dakar ha arrancado en pleno desierto. Si bien la dosificación de dificultades permitirá que la tensión vaya subiendo de forma paulatina, es evidente que el Dakar 2013 no deja margen para la improvisación.
Atravesada la Cordillera de los Andes, tras una primera incursión por tierras chilenas, el rally se adentrará en una América bien distinta donde los pilotos se enfrentarán a una gran diversidad de terrenos que favorecerán, por tanto, a los más polivalentes. En Argentina, la capacidad de adaptación será fundamental para pasar a un tipo de pilotaje y un registro de gestión de la carrera diferente. Si bien la ración de arena será menos sustanciosa, el desvío hacia la tierra de los gauchos finalizará con una prueba de envergadura donde sólo los verdaderos pilotos del desierto se sentirán a sus anchas.
El territorio chileno acogerá dos fases bien diferenciadas, siendo ambas de carácter decisivo. El regreso al país del desierto del Atacama reservará a los pilotos un terreno de resistencia extrema. Como desafío último de resistencia se encadenarán sesiones en las dunas hasta la víspera de la llegada. Antes de culminar el rally en Santiago, los pilotos deberán enfrentarse a dificultades de primera categoría.
Por Córdoba
El próximo 14 de enero la caravana del Dakar arribará a territorio cordobés. Los competidores llegarán procedentes de Tucumán ingresando a la provincia mediterránea por el norte buscando el ansiado bivouac que los estará esperando en la Costanera de Carlos Paz entre el hotel que recibe al rally mundial y el camping del Automóvil Club Argentino. Mostrando un perfil más de manejo, la etapa favorece a los expertos del trayecto. El aumento de la distancia corresponde al mismo tiempo al agregado de una parte mucho más técnica, donde los pilotos deberán pensar especialmente en las curvas en la selva. Este estado de vigilancia extrema debe mantenerse en la distancia: es la especial más larga del rally.
En la mañana del 15 reanudarán la marcha hacia la provincia de La Rioja donde alternarán lo sinuoso y lo rápido, al ritmo del pasaje de sectores arbolados con partes mucho más despejadas.