Ayer fue la última sesión del año del Concejo Deliberante y hubo diversos temas de trascendencia. Con polémica se aprobaron dos proyectos de ordenanzas del Ejecutivo por los cuales se dará subsidios al Ente Villa María Deporte y Turismo (SEM) y al Ente de Desarrollo Productivo y Tecnológico Villa María (SEM). De los bloques de la oposición sólo acompañó Ricardo Pereyra, siendo así la votación de ocho votos favorables (el citado y los siete de Unión por Córdoba) y cuatro disidentes.
El primer ente recibirá un máximo del 10% de lo recaudado en concepto de Tasa de Comercios, Industrias y Servicios y el segundo un 5% del mismo tributo.
La edil del oficialismo Verónica Navarro remarcó los objetivos de ambas sociedades, como la consolidación y mejoramiento del equipamiento deportivo y turístico, la articulación con el sector privado para hechos concretos, la promoción de intereses económicos locales, el fomento de la economía cooperativa y social, la asistencia técnica y asesoramiento para proyectos de inversión y microemprendimientos y la mantención de las instalaciones del Aeropuerto Néstor Kirchner. La concejala sostuvo que las ordenanzas a tal fin son las más convenientes para “evitar costos administrativos e impositivos”.
El radicalismo, por su lado, puso un freno: Nora Landart precisó que se respetaban las decisiones políticas de quien gobierna, pero dijo que no acompañarían para ser coherentes con lo hecho por el bloque a lo largo del año, como no acompañar el Presupuesto, por ejemplo.
Puntualizó que los subsidios podrían llegar a superar los 400 mil pesos mensuales y los comparó con los casi 500 mil anuales destinados a Salud Mental y un poco menos para abordar el flagelo de la violencia familiar. Y, además, remarcó que no se le ha brindado información sobre el uso y gastos de los recursos en estos entes a los tribunos José Naselli y Gustavo Maristany, lo que derivó en idas y vueltas con el oficialismo.