Si bien están los conductores, animadores magos o payasos, los denominados por esta nota como músicos a la carta, deben conducir con su voz y animación: una fiesta privada, un show callejero y en comedores, eventos especiales, recitales en bares y pubs.
En esos espacios deben hacer las mil y una, para seducir a un público a veces desganado y apático, cosa para nada fácil.
Todo un tema en un oficio que viéndolo por dentro, se necesita de mucha capacidad y paciencia, que aparte de una voz sostenida y un repertorio acorde al ámbito, el carisma y la intuición resultan ser requisitos indispensables.
El “Negro” Páez
Oscar Alberto Pedro Páez Cantarini, más conocido como el “Negro” Páez, con sus 60 años a cuestas, es uno de los más experimentados en el género. Actualmente sus shows están compuestos por su productor artístico Osvaldo Carballo, acompañado en percusión, voz y coros por María Belén Rodríguez Subtil y en pandereta por la pequeña Aylén, de sólo 10 años y en sonido Alfredo Moreira.
Fue su tía Gringa quien le regaló un bombo a los 5 años, para que desde allí en más no parara con todo lo relacionado con lo musical. Sus amigos todavía recuerdan cuando junto a los mellizos Mosca daban serenatas, pero su lanzamiento profesional fue en 1970 en los Carnavales de Villa Nueva con el grupo “Onda Larga”, haciendo el pop de esa época, (la primera vez que cobró algunos pesos). De allí, en batería con “Los Valiant”, y ya con “Los Hijos del Sol” le puso la voz junto al “Loro” Valfré .
Después vino el grupo “Creación”, el primero en realizar un recital en un cine en Villa María, “Hablamos con Cravareza y nos cedió el Brodway”, comentó Páez.
El nombre del show se llamaba Vivencias de José y con esta formación estuvieron en Chile cuatro años y debido al problema del Canal de Beagle los hicieron volver.
“Una vez por mes actuábamos en “Sábado gigante” como acá en Argentina estaba “Sábados circulares” de Pipo Mancera”, recordó.
“Me fui a Buenos Aires y estuve 16 años, hacía para las grabadoras de músico de sesión e hice arreglitos para Celeste Carballo, Sandra Mihanovich y luego pasé a ser baterista de “Industria Nacional”, grupo conocido por entonces por “Un día de paseo en Santa Fe”, “La luna y el toro” y “La tarde en que te amé”.
De regreso
De vuelta en Villa María, el “Negro” pasó a trabajar en el estudio del Angel Buggia y en 1995 nació el Grupo Saxo, hasta 2005 que se lanzó como solista. El presupuesto se fue achicando, así que no daba para grandes grupos, se pasó a tocar en espacios reducidos, la gente se acostumbró a los solistas que trabajaban con pista y no se cobraba entrada ni derecho de espectáculo.
“Yo tengo una temática más variada, pero lo fuerte mío es el recuerdo, música de los setenta, dialogo con la gente, miro al público, si hay jóvenes les cuento la historia del tema.”
“Hay que escoger un buen repertorio, llevar un hilo conductor que es tarea de María Belén, porque esto es una ida y vuelta. En los pubs es más duro, en las fiestas privadas se baila más, empezás a los postres con románticos y después se viene la pachanga”. He actuado en Santa Fe, San Luis y he recorrido por la zona como Bell Ville, General Cabrera, Oliva y Villa María, en donde ya conocen al “Negro” Páez, que tiene un promedio de tres shows semanales.
“Palito”
A los once años “Palito” Sánchez (28 años) pisó un escenario de la mano de su tío Omar Alejandro, del grupo Serpentina. A los 18 se largó solo después de haber pasado por “La rampa” y “Megatrack”, trabajando con pista en pubs, fiestas privadas o donde lo contratan.
A través de las actuaciones se fue conociendo, siendo desde los pubs y los boliches donde salen fiestas privadas.
“Si te contratan saben lo que hacés, pero a su vez uno va acomodando sus canciones al público, nunca preparo el repertorio, por ahí hago melódico y la gente sale a bailar y tenés que seguir con eso”, aportó en la charla.
“En Justianiano Posse o Laborde, no me acuerdo, había un público joven y no me daban bola, no me aplaudían, me volvieron a llamar pero debe ser el único lugar a donde no fui más”, continuó.
“Trabajamos todo el año, pero lo más fuerte es de diciembre hasta febrero. Los temas propios si no son conocidos, el público no los acepta mucho y entonces hay que darle con los covers”, culminó.
Claudio Lescano
Con 10 años se colgó su primera guitarrita y comenzó a rondar todo lo que tenga que ver con el espectáculo. Fundamentalmente cantante, pero también animador, DJ, imitador, conductor de programas radiales, (actualmente “Tropimanía”, de la Capicúa en Radio Centro de lunes a viernes de 16 a 19. Muy conocido por el personaje “Doña Clotilde”, una viejecita gemela de Doña Jovita.
El lanzamiento profesional de Claudio Lescano (46) comenzó en el año 1992 como corista y locutor de Jean Carlos y se encaminó solo en 1997 con el grupo Serpentina, de Oscar Lucarelli.
Cumplido el “sueño del pibe”, siendo el propietario de “Muelle de Luna” y “María Villa”, Claudio nos paseó por una vida llena de emociones y canciones. “Tengo el placer de tener 5.000 mil pistas musicales y de primera”, dijo, mientras nos hacía escuchar New York-New York con su voz en castellano.
A la pregunta de rigor como a todos los músicos, nos decía: “Yo no llevo ningún show preparado, veo el tipo de gente y voy eligiendo en el momento, nunca tuve un rechazo o silbatina y te digo, que tengo el récord de cantar tres horas y media sin parar”. Amante específicamente del jazz y el merengue, hoy intercala entre la barra del boliche y el micrófono para entonar algunas canciones con el “príncipe Alexis” (su hijo de 16 años con una voz espectacular), pero también acepta algún que otro show que le convenga.
Néstor y Mariana
Corría junio de 2001 y Néstor y Mariana Virgolín se hacían cargo del bar que acogía generalmente a los pasajeros del Hotel City. Un lugar al que había que darle otro perfil, para que trabajara continuadamente en toda la jornada.
Es así que la amistad de Néstor con “Pinky” Falcheto hizo que este último le recomendara que hiciera música en vivo. El primer contacto con un músico lo realizó con Marcelo Aranda, el cual convocaba a distintos cantantes como Pablo Cordero, Silvia Muñoz, Lucas Arregui, el “Pelado” Alonso y otros.
Luego Pablo Cordero caminó su “Escalera a la fama” (programa televisivo del que fue ganador), lo que dio paso a la formación de “Triama” (trío formado por Aranda, Arregui y Muñoz). Se sumaron entonces otras voces como el “Chino” Funes y Alexis Verde con “Marea Baja”.
Si bien no era una cosa novedosa, la continuidad de los eventos en forma semanal hizo que ese espacio se convirtiera en un lugar requerido. Tomando en cuenta desde la fecha de su inicio hasta hoy, y contando viernes y sábados con shows en vivo, la cifra asciende a las 1.100 presentaciones de “músicos a la carta” que han dejado sus ritmos.
“Voy ha seguir apostando a esto”, nos comentó Néstor, agregando que a veces lamenta no poder conformar a todos, ya que hay distintos gustos y géneros.
Por su reducido y acogedor Gula Resto-Bar, han pasado todos los villamarienses, gente de la zona, de otras provincias y extranjeros. Muchos suelen decir que “hace 6 horas que estoy aquí y no me di cuenta…”.
Con 12 años de existencia las anécdotas sobran: “Un sábado se paró un coche blanco frente al negocio y sus ocupantes nos pidieron cantar. Eran más de las cuatro y estábamos desarmando los equipos. Se trataba nada más ni nada menos que Charly García.
Si bien Néstor es el dueño de la batuta, a los músicos sólo les dice “divertite y disfrutalo” como así también le “marca” alguna voz importante en el público para que el contratado lo invite a subir.
Un detalle es que los shows dan comienzo después de la cena, para que no interrumpa, tanto a los asistentes como al músico invitado.
