“La costumbre de agraviar”
En línea con el relato que defienden, funcionarios y concejales oficialistas recurren al agravio personal y la injuria a quienes pretenden cumplir con su deber. Reiteradamente lo han hecho con el Tribuno de Cuentas José Naselli, pero también vemos que es una política común por quienes son sus voceros en los medios digitales, gráficos y radiales.
Sin embargo el inconveniente de fondo radica en que se utilizan las descalificaciones subjetivas para ocultar la trascendencia de lo que está sucediendo con los dineros públicos. Los hechos son de público conocimiento. Ante el requerimiento de información disponible sobre las formas y el modo en que se han gastado o invertido los fondos, la respuesta oficialista es siempre la misma: el agravio.
Sin lugar a dudas esto no es llamativo, en varios años que lleva la gestión oficialista con sus aciertos y errores, las prioridades están claras. Que Deporte y Turismo pueda recibir hasta 450 mil pesos mensuales de subsidio y que los mismos no sean administrados en forma transparente y/o se recurra a la descalificación a quien pretende saber el uso y destino de los mismos, es una señal de un Gobierno que se cree más allá de la normativa vigente.
Por supuesto que el tribunal de Cuentas no es un órgano de Gobierno ni Legislativo, valla aclaración que se realiza. El tribunal de Cuentas es un órgano de Control que tiene como principal función controlar la legalidad y motivación de los gastos que se efectúen por cualquier órgano del Departamento Ejecutivo, del Concejo Deliberante o de cualquier otro ente de la Administración Centralizada o Descentralizada del Municipio.
Sin embargo es justamente ese control, lo que en lugar de irritar al gobernante, y efectuar agravios a través de sus voceros debería tener el deber y la grandeza, de someterse al mismo si sus actos de gobierno son transparentes y en concordancia con la normativa vigente.
Alexis Aguilar
Vicepresidente de Asamblea Provincial de Coalición Cívica Ari
