Si bien la vorágine de la gente por las compras necesarias para las fiestas no fue como durante los días del 21 al 23 de diciembre, en los días cercanos al fin de 2012 se vio poco movimiento, aunque la noche del 24 no fue masiva en la salida nocturna, tal vez debido al viento huracanado que hacía temer algún accidente, razón por la cual muchos desistieron de salir.
Generalmente el Año Nuevo es más masivo y éste, con una noche agradable, no fue la excepción. Como siempre, los movimientos comenzaron a la 3 de la mañana para lograr estar en el boliche a las 4 y sólo disfrutar de dos horas de diversión.
Los comedores trabajaron en su mayoría a lleno total, así que tras visitar a uno de ellos, se hizo un alto para brindar, tanto con nosotros como con el personal y con los propietarios de “El Nuevo Edén”, sobre la calle Entre Ríos. “Ani”, “Estefi”, Germán, Damián, “el salteño” Marcelo, Juan y Rubén nos dijeron “Salute y Feliz 2013”. Mientras tanto, el famoso “Marito” dejaba la bandeja y comenzaba con el karaoke.
También por el reducto costanero de Glow Resto Bar, después de un 30 de diciembre exitoso, puesto que estuvo cercano a la fiesta de los fuegos artificiales, comenzaron los primeros ritmos de karaoke, como así también lo impuso Muelle de Luna.
Eran las 3.30 de la mañana y diferentes hogares se veían poblados de jóvenes que, en “patota”, realizaban la previa para desembarcar luego en el lugar de su agrado.
Nos encontramos con un grupo de chicos autodenominado “Proyecto N”, que ya salía para Clubberland, en el espacio del SUOEM.
Allí, otra carpa VIP se había sumado a la del 24, llenando las instalaciones nuevamente para ser el primero en la tabla de asistentes. La organización estuvo a cargo de la gente de Hoock, Garden, Jet-Set, Rouge y Lomo, que para el fin de año solucionaron algún inconveniente suscitado para los festejos navideños y todo pareció perfecto.
Más glamoroso, sobre ruta 2, Quinoto presentó algunas refacciones que se hicieron durante la última semana, como un techo de LED en la parte de la pista electrónica y el cerrado casi total del boliche, con sólo un patio lateral donde hay una fuente con luces LED que, bajo un lleno total, esperó las primeras luces del alba.
Los mayores de 30 volvieron fieles a su reducto sobre esa misma carretera, pero del lado de Villa María, para concurrir a Supper Club. Allí nos saludaron todos los amigos de EL DIARIO.
En el final de la maratón de Año Nuevo, observamos que Aruba Summer también trabajó con más chicos que el 24 a la noche.
Víctor Alvez