|
|
|
|
|
|
|
Gabriel Chiaraviglio ingresa a la cancha con los chicos Clase 1999 de All Boys y Deportivo Municipal Clase 1999. El árbitro fue todo un ejemplo la noche del domingo |
|
|
|
|
|
stamos de balance. El general del año. El balance final que tuvo el baby fútbol en el año 2008.
Esto podrá observarse en las siguientes páginas. En la próxima, por ejemplo, lo que ocurrió en las últimas dos semanas, es decir las finales para que quedaran en la historia de la actividad otros cuatro campeones oficiales.
En las páginas 4, 5, 6 y 7 están las tablas generales de cada categoría: es decir, reunidos campeonatos Apertura y Clausura.
En la clase mayor, la 1996, el campeón Deportivo Argentino encabeza las posiciones y así sucesivamente en las restantes: todos los que terminaron primeros fueron los campeones: San Martín en la 1997, Deportivo Argentino en la 1998 y All Boys en la 1999.
Pero también es justo mencionar a los subcampeones de cada clase: en la 1996 fue Asociación Española, en la 1997 Roque S. Peña, en la 1998 Malvinas Argentinas y en la 1999 Deportivo Municipal de Tío Pujio.
Pero sigamos: también están en esas cuatro páginas mencionadas los goleadores del año en cada categoría y los arqueros menos vencidos, computados obviamente los dos certámenes.
Finalmente, en la contratapa de esta edición de SEMILLERO, se observará la tabla general de todo el año que tuvo como ganador a EL SANTO, club de baby que reunió la mayor cantidad de puntos durante todo el año con sus cuatro divisiones, motivo por el cual se hizo acreedor a la Copa Challenger 2008.
También figuran en página 8 el tradicional “los más y los menos” y los goleadores y arqueros menos vencidos que tuvo la temporada, todo esto reuniendo a las cuatro categorías.
Este es entonces el panorama en números, se puede decir. Así lo hicimos cuando terminó el Apertura, a mitad del año y así lo hicimos con el Clausura, el viernes pasado. Hoy es el turno de los dos campeonatos juntos. Hoy es el balance final 2008.
Pero no todo es balance, no todo es estadística y no todo es números. También están aquellas cosas que tocan el corazón. Se pierda o se gane. Esta es la relación del título que encabeza esta página.
Por dar un ejemplo vamos a citar a Unión de Arroyo Algodón, aunque seguramente no será el único ejemplo. Pero es el que vivimos y es el que disfrutamos algunas noches atrás cuando se disputó la última fecha del Clausura.
Unión se localizó en La Playosa para recibir a All Boys y sus chicos fueron despedidos de la actividad anual con emotivos fuegos artificiales, haciéndose especial énfasis en los jugadores de la Clase 1996, que este año dejan las canchas chicas.
¿Y saben ustedes cuántos puntos sacó en todo el año la Clase 1996 de Unión de Arroyo Algodón? Ninguno. Es decir que perdió los 34 partidos que disputó entre los torneos Apertura y Clausura.
También terminó en el último lugar de la tabla general reunidas sus cuatro categorías.
¿Importan tanto los números y las estadísticas? En éste y muchos casos, obviamente no importan.
Es el orgullo del corazón y los corazones no tienen números. Es el balance del alma, de la emoción y las lágrimas.
Así son los pueblos; los pueblos chicos. Tal vez así no sean las ciudades; las ciudades grandes.
Los pueblos no están contaminados ni de números, ni de éxitos, ni de títulos. Están contaminados de emociones y de orgullo. Y eso es muy bueno. Sus chicos juegan al fútbol, no ganan ningún partido y son despedidos como verdaderos ganadores del mejor de los triunfos: el del amor.
Pero seguramente en cada rincón de todos los corazones (pueblos y ciudades) está previsto ese mismo triunfo. Ocurre que en algunos casos resalta más y en otro menos. Tal, vez los pueblos chicos se animen a expresarlo.
Por eso, ganemos o perdamos, lo mismo los queremos...
@Gabriel, un ejemplo
Y hablando de ejemplos y de orgullo, ambas sensaciones caen perfectamente bien en el árbitro Gabriel Chiaraviglio. El domingo a la noche fue el encargado de dirigir la segunda final entre All Boys y Deportivo Municipal en la cancha de Salta y Sabattini.
Chiaraviglio ingresó a la cancha rodeado de los dos capitanes y el resto de los planteles detrás, cosa que no había ocurrido antes en el baby. Una vez en el centro del campo de juego, el árbitro invitó a saludar a los jugadores de uno y otro conjunto, como se hace en los partidos de primera división de la AFA.
Después desplegó todos sus conocimientos con una clase envidiable. Haciendo docencia, respetando y haciéndose respetar.
Chiaraviglio fue, en el último partido que el baby tuvo en el año, un eslabón especial para un broche de oro. Vale resaltarlo y felicitarlo. Estas son, también, cosas del corazón.
Estamos de balance. Pero de todos los balances.
Otras notas de la seccion Semillero
Gimnasia y El Porvenir, los dueños de la felicidad
Un "fina" espectacular
Gimnasia y un grito anhelado
El Porvenir repitió la historia
Glorioso estreno de Gimnasia
|