Por primera vez, el intendente de Villa María condenó los casos de abusos policiales que se vienen registrando en la ciudad. Eduardo Accastello utilizó la red social Facebook para pronunciarse sobre el accionar policial y lo hizo casi al mismo tiempo en que Vecinos Autoconvocados Contra los Abusos Policiales (VACAP) impulsaba la realización de una concentración en la plaza Centenario, anteanoche.
“No queremos una provincia en donde nuestros pibes sean tildados de criminales tan sólo por su apariencia”, escribió el mandatario (o pidió que lo escriban quienes manejan su cuenta).
Acto seguido, demandó: “No queremos más los maltratos y abusos por portación de rostro”.
“Queremos una provincia más justa, más organizada, más popular y menos de unos pocos”, indicó el jefe del Ejecutivo, quien está absolutamente distanciado del Gobierno encabezado por José Manuel de la Sota.
Accastello apunta hacia la Policía de la Provincia precisamente en ese contexto de enfriamiento en su relación con el mandatario provincial y a días de que el director de Derechos Humanos de su Gabinete, Normand Argarate, hiciera explosivas declaraciones sobre el accionar de la fuerza. Fue el 21 de diciembre pasado en una entrevista que le realizó EL DIARIO luego de que se conociera una feroz golpiza sufrida por un joven a la salida de la disco “Ciro” de Villa Nueva.
Interna en el Gobierno
Según pudo conocer este matutino, esas manifestaciones provocaron una interna dentro del accastellismo. Hubo funcionarios que lanzaron fuertes reproches a Accastello por esos dichos del titular de la Dirección de Derechos Humanos, que antes había recibido a un joven de VACAP y a un familiar del chico golpeado. El mandatario defendió la postura de Argarate.
En consonancia con esa línea y aunque sin nombrar a la Policía, ahora el intendente demandó el cese de los abusos “por portación de rostro”, algo que jamás antes había expresado públicamente.
En toda la provincia
Los episodios que ponen en tela de juicio a la fuerza vienen registrándose desde hace varios años y no son exclusivos de la Departamental San Martín, sino de toda la Policía de la Provincia.
En diversas ciudades hay cuestionamientos por la aplicación considerada arbitraria e injusta del Código de Faltas, especialmente en su figura de “merodeo”.