Escribe: Facundo Martínez
Especial para EL DIARIO
La ciudad más oriental del Uruguay, al borde de Brasil, es Chuy. Su vecino inmediato, sobre la costa del Océano Atlántico, se llama Barra del Chuy. Tesoro de alrededores con playas de finísimas arenas blancas, este sitio goza de una mística especial, que conjuga los estertores del candombe rioplatense y el murmullo de las sambas cariocas.
Algunos años atrás, el municipio perteneciente al Departamento Rocha era apenas considerado un paso de frontera entre la República Oriental del Uruguay y su país hermano, Brasil.
Los viajeros elegían detenerse allí algunos instantes para aprovechar los beneficios mercantiles del clásico “free shop”, el cual ostenta productos libres de impuestos. No obstante, tras el crecimiento explosivo de sitios como La Paloma o Punta del Diablo, estas playas se ganaron la visita de turistas que buscan la calma y la belleza de sus costas.
Además, tanto la gastronomía como la hotelería mejoraron notablemente su oferta, satisfaciendo las crecientes expectativas. Sin dudas, el crecimiento exponencial del turismo argentino a lo largo de los años ha influido en el actual escenario.
Buscando la calma y el descanso
Así, las facciones del este departamental distan de las de ayer. Basta el ejemplo de Cabo Polonio, donde actualmente las ofertas gastronómicas, hoteleras y de viviendas están en franco crecimiento.
Algo similar ocurre con Punta del Diablo: aunque tiempo atrás esta localidad se ofrecía como un “apacible pueblito de pescadores”, en el verano los jóvenes irrumpen con una adrenalina tal, que los empresarios locales hasta se vieron en la obligación de colocar identificadores de huellas dactilares en los campings.
Ni hablar de la construcción de ruidosos boliches que le arrebataron al lugar la magia primitiva. Los turistas que buscan la calma y el descanso, lejos de adaptarse a las nuevas tendencias, van migrando hacia sitios más tranquilos y menos explotados por el comercio.
La Barra del Chuy
En tal sentido, La Barra del Chuy aparece como el rincón perfecto. Espejismo de deliciosas playas, ideales para trasladar a la familia entera, con cabañas por demás acogedoras que seducen a los viajeros amantes del descanso, la lectura y las buenas comidas. Aportando al cuadro, los pescadores del área aún conservan la costumbre de vender a buen precio los productos frescos (siempre que el mar haya dado sus buenos frutos). Incluso, muchos de ellos ofrecen sus botes para internarse unas horas en medio del océano. Sirva como aditivo a esa pincelada antropológica el siguiente rasgo: en Chuy, es común advertir los distintos acentos de turistas brasileros, de los propios uruguayos y también de los argentinos, contexto que le otorga a nuestro viaje exquisitos tintes de comunión latinoamericana.
Fortaleza de Santa Teresa
Otro aliciente de la zona viene de la mano de la Fortaleza de Santa Teresa, una de las más fascinantes de esta parte del globo, plagada de historia, leyendas y memorias militares. Ubicada dentro de la Reserva Natural Santa Teresa, que alberga flora y fauna autóctona, la enorme construcción representa un gran atractivo turístico. Si bien la erigieron los españoles en 1762, su fundación lleva la firma de los portugueses. Entonces, Uruguay era disputado por ambas coronas europeas, por lo que la obra sirvió a ejércitos de diferentes bandos, según el poderío y la suerte de ocasión. La construcción es enorme, tiene 650 metros de perímetro, los cuales forman una estrella de cinco puntas. Actualmente, los cuarteles exhiben los uniformes, sables y cañones otrora utilizados para defenderse de los ataques del enemigo. Una joya invaluable. Una de las tantas de esta región encantadora.
Cómo llegar en auto
Tomar la ruta 9 en dirección a Rosario y desviar hacia Gualeguachú por las rutas 12 y 14, cruzando la frontera hasta Fray Bentos. Desde allí tomar la ruta 2 hasta Florencio Sánchez para luego tomar la ruta 12 hasta Ismael Cortinas; allí tomar la ruta 23 hasta la ruta 11 recorriéndola hasta llegar al empalme con la ruta 9. Tomar ésta en dirección a Chuy hasta el km 330 donde encontrará el acceso a Barra del Chuy.
Si desea llegar a Barra del Chuy realizando una visita a Montevideo, tome la ruta 2 en Fray Bentos hasta llegar a la ruta 1; a través de ésta llegará directamente a la capital del Uruguay.
Una vez en Montevideo tomar la ruta Interbalnearia hasta llegar a la ruta 9 y conducir hasta el km 330 donde encontrará el acceso a Barra del Chuy.