Nicolás Roth va por su cuarta temporada como guardacosta. Isidro Otero, en tanto, hace 15 años que desempeña esta labor, siempre en Villa María. Ambos estaban ayer trabajando en la zona de “Puerto Madero”, como se conoce popularmente a la playa ubicada en barrio Mariano Moreno.
Aquí llegaron exactamente hoy hace una semana, en el marco de una rotación de bañeros dispuestas por el Gobierno.
“Este sector es súper tranquilo y la gente es responsable. Hay una diferencia abismal con el puesto en el que estábamos (el del Cristo Redentor)”, contaron ayer a este matutino.
En esta playa, una de las más concurridas de Villa María, asisten “muchos jóvenes en grupo” y también se observan algunas familias, según confirmaron los bañeros.
Evaluaron que “a diferencia del Cristo, en donde el río es más estrecho, acá es bastante más ancho y por eso no está encajonado, provocándose playas grandes”.
Especificaron que hay dos pozos pero que es una zona tranquila.
“En la parte del Cristo no es tan ancho, entonces se hacen algunos cauces”, apuntaron.
Consultados sobre si en algún punto hay turbulencias o como comúnmente se dice que “te traga el río”, lo negaron: “No, al menos en la mayoría de los lugares no, aunque no sabemos si puede suceder en la zona de las compuertas”, aclararon.
Demandas
Otero, consultado sobre la polémica entre la Municipalidad y la Federación Argentina de Guardavidas, sostuvo que “hay cosas en las que la Federación tiene razón”.
- ¿Cómo cuáles?
“Una es el sueldo. Y otra es que hay personas que no tienen cursos realizados. Hoy hay en el río gente cumpliendo esta función que no está capacitada.”
Precisamente, éste era uno de los aspectos centrales del reclamo que el referente zonal de la federación, Aldo Domínguez, viene haciendo al municipio.