En la casa de su padre, a pocas horas de su llegada a la ciudad, ayer se preparaba para comer el primer asado en mucho tiempo y, ni bien recibió el llamado de EL DIARIO, confesó que hoy será "el primero" en asistir a la práctica de Rivadavia de Arroyo Cabral, donde llega como refuerzo para el Provincial y aspira a volver con todo.

A los 31 años, el "Rodri" ya dejó de ser aquel pibe que revoleaba sus clinas con la camiseta de River primero y la de Alumni y Rivadavia después. 

Más maduro, siente que puede llegar a ser más importante para un equipo, como lo fue en Indonesia, donde los hinchas llegaron a quererlo por su manera de jugar y de convertir goles, con el sello bien argentino.

"Fueron siete años en Asia; me fui a Indonesia en 2004, después a Malasia, volví a Indonesia... Tenía muchas ganas de volver", se sinceró el atacante, rodeado de sus familiares que siempre lo extrañaban y lo apoyaban desde aquí.

“Más allá de lo futbolístico, que me enriqueció, lo más importante es lo que uno creció como persona, los amigos que hizo, así que estoy muy agradecido de Indonesia, que me dio mucho", recalcó.

Y para cerrar esa historia, subrayó: "Le agradezco mucho a Indonesia, me dio mucho más de lo que merezco, pero cerré un ciclo, me estaba llevando mucho tiempo de mi vida, me tocó pasar Navidad, Año Nuevo, casamiento de amigos, todo allá, ahora tengo ganas de aprovechar esta oportunidad que se me presenta en Rivadavia".

En ese aspecto, Santoni sostuvo que "Rivadavia siempre se portó de diez conmigo y tenía muchas ganas de volver porque me trataron siempre muy bien, tanto los dirigentes como la hinchada y los compañeros... En Indonesia se terminó un ciclo, estuve lejos de mi familia y le quería dar un final, así que puedo volver a Rivadavia tranquilo y feliz".

Muy cansado después de un largo viaje en avión, más el trayecto en auto desde Buenos Aires a la ciudad, Rodrigo igual se lo bancó para mantenerse despierto, charlar bastante con sus seres queridos y, de paso, atender a este matutino para no dejar de exhibir su felicidad por el regreso.

"Estoy muy contento, la verdad, hacía tiempo que quería estar con mi familia", repitió.

 

Al Verde

 

Claro que Santoni ya no viene de vacaciones a la ciudad. A partir de hoy comenzará a perfilarse como lo piensa Rivadavia, en un refuerzo importante para pelear el Provincial. Encima, en el club juega su primo Franco y el técnico es nada menos que Marcelo, un crack al que "Rodri" siguió desde chico.

"La verdad, es un enorme orgullo ser parte de este Rivadavia porque tuve la oportunidad de jugar con Marcelo y fue algo muy grande para mí; ahora está Franco y eso me pone muy feliz", indicó. Además resaltó: "Tengo grandes amigos en el club, la gente de Rivadavia siempre me trató muy bien y por eso estoy muy feliz de poder volver, agradecido a toda la gente, por eso quiero tratar de dar lo mejor”.

Precisamente, optar por Rivadavia no le resultó complicado al delantero, más allá  de que su regreso podía tener otros horizontes. 

En ese contexto, reconoció: “Tuve un ofrecimiento para el Argentino A y otro para el Argentino B, pero ya no quiero estar lejos de mi familia y mis amigos, además tengo una deuda con Rivadavia porque se portó bien conmigo, entonces quiero jugar acá y tratar de dar lo mejor para que las cosas le salgan bien al equipo". 

El nombre de Rodrigo Santoni empezó a sonar en el "Verde" antes del inicio del Clausura que finalizó hace algunos días. Sin embargo, su regreso a la ciudad se dilató y el propio jugador lo admitió.

“En realidad iba a volver para el campeonato, pero tuve unos problemas con los pagos en Indonesia, no me podía venir por ese tema", sostuvo. 

En ese país asiático, como en tantos países del mundo, la crisis económica se siente en los clubes y Santoni debió lidiar contra eso, más allá de la actitud de los dirigentes.

"Al final no cobré la plata que me debían, pero ya era insano esperar sin jugar, el campeonato allá está parado y no se sabía qué iba a pasar", remarcó.

El tiempo y la distancia causó efecto. Rodrigo se cansó de esperar, armó las valijas y volvió a la ciudad.

"Tenía la ilusión de que mi viejo pueda ir a la cancha a verme, disfrutar las cosas lindas que tiene esto, entonces dije ‘ya está, me vuelvo’", comentó.

Ahora viene la "readaptación" al fútbol argentino, donde el atacante no juega desde hace siete años.

“Al principio va a costar un poco, pero es fútbol, acá y allá es fútbol, además será mejor acá que tendré 10 compañeros en la cancha que te entienden", expresó.

Otro tema es el aspecto físico, teniendo en cuenta el parate que debió soportar en Asia. Sin embargo, Rodrigo se muestra en forma y contó: “Allá nunca dejé de entrenar, físicamente siempre trabajábamos con unos argentinos y a lo mejor un poco me falta con la pelota, pero oficialmente no hace mucho que jugué, ya que mientras esperaba que me pagaran, me salió la oportunidad de jugar un torneo allá con los mejores equipos de Indonesia y me prendí”. Además puntualizó: “Soy una persona que se pone rápidamente bien en lo físico".

Tras la charla con EL DIARIO, "Rodri" disfrutó el asado y de una siesta necesaria. Hoy estará a disposición de su tío Marcelo y el "Profe" Juan Airaldi para ponerse a tono en Rivadavia. "Voy a ser el primero en llegar a la práctica", volvió a remarcar, con unas ganas tremendas de seguir saboreando el regreso.