La declaración del joven villanovense Adrián Bonetto Buteler estaría evidenciando que no se está cumpliendo con la letra de la Ordenanza de Espectáculos Públicos sancionada a fines del año pasado: el chico dijo a EL DIARIO ayer, que en la madrugada del domingo, un guardia de seguridad no le permitió la entrada al boliche “Quinoto”.
Este pub está ubicado en la ruta provincial 2 y es uno de los más concurridos de toda la zona. Sin embargo, son vox populi los múltiples episodios registrados en la puerta del boliche y todos apuntan a la misma persona. ¿La argumentación? Siempre la misma: “Es para clientes”.
La nueva norma establece que se deben visibilizar los requisitos para el acceso a los locales de espectáculos y si no se hace, quiere decir que todos pueden entrar. Además, de haberlos, esas condiciones no pueden impedir ni menoscabar derechos y garantías reconocidos por la Constitución Nacional.
Los concejales lo establecieron el año pasado en el marco de diversas versiones de discriminación en este establecimiento y lo hicieron justamente para evitar el famoso “derecho de admisión”, que el INADI Córdoba le recalcó a este matutino en 2012 que es “anticonstitucional”.
Asimismo, esta ordenanza obliga a las confiterías a que cuando no hay más lugar, se debe informar a quienes hacen cola, a través de un letrero en el que se señala precisamente esa circunstancia.
Qué pasó
“Llegué cerca de las 2.15 de la mañana (del domingo), traté de entrar solo y uno de los guardias no me dejó pasar. Entonces me volví hacia mi moto y esperé a mi grupo de amigos. Cuando llegaron, me coloqué último en la fila, para que pudieran ingresar todos ellos. Así fue, pasaron todos y cuando estaba entrando, el mismo guardia me frenó con una mano en el pecho y me dijo: ‘es la segunda vez que te digo que no podés pasar’, narró Bonetto ayer a este matutino.
“Me dijo que era sólo para clientes, siendo que yo voy siempre”, añadió el entrevistado.
Entonces, Bonetto, quien milita en la juventud que apoya al gobernador de la provincia, José Manuel de la Sota, se dirigió hacia los inspectores de Seguridad Ciudadana que había en el lugar, para contarles lo sucedido y reclamarles su intervención, ya que una ordenanza lo protege claramente. La respuesta le generó gran desazón al joven.
“Me dijeron que no me podían ayudar, que estaban para controlar las calles y el tránsito, que no podían moverse de ahí”, aseguró Bonetto.
Adrián subrayó que “ni siquiera había tomado alcohol” y que se encontraba “bien vestido”. Recalcó que “voy desde hace años” a este pub y se lamentó porque, muy enojado por el episodio, esa madrugada escribió en su cuenta de Facebook que deseaba el cierre de la confitería. “Lo puse de caliente, pero no deseo eso porque hay mucha gente que trabaja allí y vive de ese empleo, además es un boliche lindo, que gusta, pero no pueden suceder estas cosas”, se justificó con este medio.
Añadió que esa misma noche en que no se le permitió el acceso, les sucedió segundos después lo mismo a tres chicos, mientras otros ingresaban como si nada.
Develó que al publicar su experiencia en Internet, “recibí numerosos mensajes en privado de personas a las que les sucedió lo mismo”.
Y que concejales de las minorías también se solidarizaron con él.
Qué hará
Bonetto contó que se reunió con gente de su partido y que decidieron presentar una solicitud, apenas los ediles vuelvan a sesionar en marzo, para que la ciudad adhiera a la ley provincial por la cual se crea “un registro de patovicas y de policías de todos los boliches de la ciudad y que a los mismos se les realice un estudio psicológico”.
El dueño
Este matutino buscó ayer la palabra del dueño de la confitería, Daniel López, quien estaba al tanto de lo expresado por Bonetto. El comerciante indicó que no hablaría del caso.
Además, dijo que consideraba que este cronista en particular tenía algo “en contra” del pub.
Diego Bengoa
Graglia remarcó que nadie lo contactó nunca
El secretario de Gobierno Natalio Graglia dijo ayer a EL DIARIO que “de ninguna manera” convalidará actos de discriminación y consideró que “debe ser horrible que a un chico no lo dejen entrar por como está vestido o por su color de piel”, pero aclaró que “no defenderé a quienes ebrios provocan molestias a los demás, porque también puede ocurrir que no se permita la entrada a quienes molestan a los otros clientes”. Y, subrayó, que se enteraba por este diario que Bonetto contactó a Seguridad Ciudadana sin obtener respuestas y aclaró que “nunca nadie viene al municipio, lo cuentan por Facebook”.