La médica infectóloga del Hospital Regional Pasteur de Villa María, Graciela Ortega, confirmó ayer que existe preocupación en el mundo de la medicina por el uso indiscriminado de antibióticos y que esto ocasiona mayores riesgos en la salud de la población. Lo hizo ante una consulta de EL DIARIO ante versiones en este sentido.
La reconocida profesional remarcó que en este orden “ha habido un anuncio de la Organización Mundial de la Salud sobre los riesgos de la era pos antibióticos” y advirtió que “el problema es que pueden no ser útiles o suficientes para solucionar situaciones causadas por bacterias”.
Ortega indicó que en esto ha influido “el uso indiscriminado de los mismos para infecciones que no lo requerían”.
Ante preguntas de este cronista, aclaró que “no es que las bacterias son más agresivas sino que pueden no ser cubiertas con los antibióticos” que existen.
“Esto está relacionado con el uso autoadministrado de los mismos, la gente va a las farmacias y quizás consume para cuadros virales, que es para lo que no está indicado. También tiene que ver conque algunos médicos lo usan, quizás porque no se detectó exactamente lo que presenta el paciente”, manifestó.
En este aspecto, habló de los cuadros febriles “que no siempre deben ser tratados con antibióticos”.
Consultada sobre si era común en la actualidad constatar episodios en los que cuesta controlar el cuadro con antibióticos, dijo que sí. “Lo peor es usar cuando no corresponde, hacerlo de manera indiscriminada, para diarreas, resfríos”, ejemplificó.
Cuando se le preguntó qué se estaba haciendo ante este panorama, consideró que “de este contexto se sale con educación, no sólo a nivel hospitalario sino ciudadano”.
“En general, en el ámbito hospitalario, uno le hace un cultivo al paciente y detecta a la bacteria para poder manejar la situación”, aclaró.
“No son, por lo general, más agresivas, ocurre también que si se suministró un antibiótico que no correspondía, es como si nada”, dijo en otro tramo de la conversación con EL DIARIO.
La Organización Mundial de la Salud hizo en 2012 un llamado a los gobiernos de todo el mundo para frenar la venta indiscriminada de antibióticos.
La oficina regional para el continente, incluso, resaltó que el consumo indiscriminado de estos medicamentos puede exponer a la humanidad a un ataque de ‘súper bacterias’, a raíz de que los niveles de inmunidad aumentan y las bacterias también se hacen más fuertes, lo que deriva en complicaciones para la salud y hasta la muerte.
Desde el organismo manifestaron su preocupación porque millones de personas acceden a estos sin control alguno, debilitando su capacidad de acción contra infecciones cuando son necesarios.
La resistencia a los antimicrobianos es cada vez más grave y muchas infecciones ya no se pueden curar fácilmente, lo que demanda un tratamiento prolongado y caro y un mayor riesgo de muerte.
Por eso, desde la OMS se instó a los gobiernos, los profesionales de la salud, la industria, la sociedad civil y los pacientes para que actúen de manera urgente y coordinada a fin de aplacar la propagación de la resistencia, limitar sus repercusiones actuales y preservar los adelantos médicos para las generaciones futuras.
La entidad recomendó formular y poner en práctica un plan integral y con financiación suficiente; fortalecer la capacidad en materia de vigilancia de enfermedades y laboratorio clínico; procurar el acceso constante a medicamentos esenciales de buena calidad; regular y promover el uso correcto de los medicamentos; mejorar las actividades de prevención y control de las infecciones; fomentar la innovación y la investigación y el desarrollo de nuevas herramientas.