Los aeroaplicadores de agroquímicos son otros de los actores de esta cadena, quienes están “bajo la lupa”, sobre todo después del juicio de las madres de Ituzaingó (donde el aeroaplicador recibió una condena).
Según la Ley Provincial de Agroquímicos está permitida la fumigación aérea en un radio que supere los 1.500 metros de la zona urbana.
Para seguir abordando el tema en sus múltiples aristas y actores, EL DIARIO Rural continúa trayendo voces, con el fin de que cuenten su experiencia de trabajo en una cadena de acciones, que es la del agroquímico.
En este sentido, Mario Argüelles, aplicador aéreo y terrestre de la empresa villanovense Fumigaciones Güelfi, explicó que: “Nosotros estábamos adheridos a la Cámara provincial de Aeroaplicadores desde el año 2007, pero después nos desafiliamos, porque no podíamos obtener las habilitaciones de la pista. De este modo, a través del Ministerio de Agricultura provincial, logramos la correspondiente habilitación de trabajo”.
Rechazo de trabajos
Esta empresa cubre un área de trabajo entre 60 y 70 kilómetros a la redonda. “Tenemos mucho trabajo en la región, tanto en las aplicaciones terrestres como aéreas. Nuestro trabajo es en la provincia de Córdoba, no hemos salido a otras provincias”, aclaró.
En esta línea, añadió: “Cuando viene un cliente que quiere que hagamos una fumigación y no respeta los 1.500 metros de distancia con la zona urbana, nosotros directamente no tomamos ese trabajo, por más que otros después a lo mejor lo toman”.
Con respecto a las aplicaciones terrestres tampoco trabajan sin la receta fitosanitaria. “No se puede trabajar sin la receta, además nosotros tenemos todas las habilitaciones y realizamos los cursos anuales para los aplicadores. Nuestra idea fue siempre estar en regla y hacer las cosas bien.”
Uso razonable
Sobre la aplicación de agroquímicos, Mario Argüelles, fue contundente: “El agroquímico es un producto tóxico, pero se debe hacer un uso responsable. Si todos trabajamos con criterio, los riesgos serán mínimos”.
Con respecto a la Ley Provincial de Agroquímicos, el aplicador aéreo y terrestre remarcó que “es buena, y se tiene que cumplir. Además, de este modo, está ordenado el trabajo de toda una cadena, que debe trabajar bajo una ley”.
En este punto, también dejó en claro que cuando trabajan en las distintas localidades se deben tener en cuenta las restricciones que le suman los municipios a la legislación provincial. “Hay que estar atentos y ver bien cómo son las ordenanzas de cada uno de los lugares al momento de hacer el trabajo de aplicación del agroquímico”, precisó.