diferencia de muchos jugadores locales que no pudieron mantenerse en Alumni y resolvieron desistir, Luciano Antonino hizo un esfuerzo enorme para volver a ser tenido en cuenta.

A los 20 años, el villamariense vio que no tenía lugar en Alumni y se fue, pero sin bajar los brazos. Jugó en Gimnasia y Tiro de Salta, en el Argentino B, y logró el ascenso. Y después recaló en Comodoro Rivadavia, bien lejos, donde se hizo un jugador por demás relevante.

“Se va Antonino, una baja muy importante para el equipo”, informaron los diarios sureños en los últimas días, resaltando lo bien que anduvo el villamariense en Jorge Newbery.

La sentencia es clara: El pibe maduró, volvió al “Fortinero” cinco años después de su partida y el entrenador Héctor Arzubialde le demuestra que lo tiene bien considerado.

“Hace mucho que no estaba acá, así que tuve un recambio importante para mí y estoy contento por eso”, reconoció ayer Antonino, en diálogo con EL DIARIO y minutos después de haber jugado -muy bien- su primer amistoso con Alumni.

No era fácil la presentación para el villamariense porque recién se sumó al plantel el viernes, a poco de haber llegado desde Comodoro Rivadavia, pero su rendimiento en el amistoso empezó a entusiasmar.

“Héctor me dijo que cumpla la función de volante, pero de a poco voy a acoplarme a lo que me pida y conociéndome con los compañeros”, afirmó.

Mientras, se muestra confiado en sus cualidades y un poco más sereno en las declaraciones, como si los cinco años afuera hubiesen significado mucho para su carrera.

“La verdad que acá nunca tuve la continuidad que un jugador necesita y afuera me tocó jugar seguido; eso es algo que suma para tomar confianza y madurar”, admitió. Y agregó: “Me fui con 20 años, tengo casi 25 y creo que en algunas cosas he madurado y en otras iré aprendiendo porque esta es una categoría donde no tuve continuidad; estaba en el plantel, pero no fui regular en la categoría, eso es lo que vengo a buscar y espero estar preparado”.

En el sur del país, mientras, ya lo están extrañando. Y al respecto, el volante comentó: “Creo que he dejado una buena marca en Comodoro, jugué siempre, en un año y medio me perdí uno o dos partidos, en todos fui titular y para mí eso fue muy importante”.

Por ese motivo, Antonino también llega preparado. Y avisó: “Estoy bien en lo físico, por ahí me falta trabajo con pelota, aunque se siente el cansancio porque en una semana tuve que hacer cuatro mil kilómetros, llegué ayer (por el viernes), pero con el transcurso de los días y con este descanso creo que me voy a poner bien”.

Párrafo aparte para lo extrafutbolístico: lo que significa para un jugador volver a casa, entre los suyos.

“Mi familia está muy contenta porque hacía mucho que no estaba en Villa María, ellos están muy felices y yo también”, expresó Antonino, el tercer y último refuerzo de un Alumni que empieza a tomar forma.