Alumni pasó 2012 sobreviviendo, algo que se hizo costumbre. Por tercera vez consecutiva, debió lidiar en una Promoción para asegurar su permanencia en el Torneo Argentino A.
Lo curioso es que, en la Reválida, repitió el rival que había enfrentado en 2011: Deportivo Roca. Pero esta vez el desenlace resultó más difícil por lo previo, ya que el equipo estaba casi condenado al descenso directo y logró zafar con un triunfazo ante Tiro Federal, en Rosario (1-0 con gol de Federico Silvestre), y ayudado por una derrota como local de Unión de Sunchales, que peleaba palmo a palmo en la zona peligrosa y perdió la categoría, en la última fecha.
Lo que no cambió fue el panorama: un club con problemas económicos, que careció de un mayor apoyo de sponsors y no encontró, en un principio, la justeza en el armado del plantel.
Lo que sí cambió fue lo dirigencial. Es que, después de siete años y en medio de un cruce de declaraciones picantes entre socios, se fue la Comisión Directiva que conducía al club desde los inicios de la competencia en el Argentino A y, previo proceso de una Unidad de Gestión, finalmente asumió una nueva comisión, comandada por Sergio Hidalgo.
Los números no cerraron en un principio y algunos nuevos dirigentes aprobaron el Balance anterior “con reservas”, en diciembre. El tema seguirá siendo motivo de discusión en 2013, mientras Alumni busca seguir sobreviviendo en la tercera categoría del fútbol argentino.
¿Lo peor de 2012? La campaña deportiva, siempre con el equipo peleando abajo.
¿Lo mejor? Un par de triunfos en el clásico ante Sportivo Belgrano, la llegada de un delantero que cautivó a todos como Marcos Godoy y el regreso del técnico más ganador de la historia de la entidad, Héctor Arzubialde.