Historia de un calvario
Sé que muchos no saben por todo lo que he pasado desde el día 28 de julio de 2012, ese día venía transitando por avenida Presidente Perón con sentido norte-sur con mi motocicleta y al llegar a la intersección de la calle Malvinas Argentinas una camioneta Hilux, blanca, que venía por esta calle cruzó a las 11.25 la avenida Presidente Perón y me chocó.
Debo aclarar que como siempre llevaba mi casco protector y el de mi hijo, al cual estaba yendo a buscar para llevarlo a entrenamiento.
El accidente, para llamarlo de alguna manera, me rompió dos costillas, perforó un pulmón y rompió la 3ra. vértebra lumbar.
Estuve internado nueve días en terapia intensiva, perdí muchísima sangre y líquido, los dolores sólo se calmaban con morfina y nadie sabía qué pasaría hasta el sexto día en que mi cuerpo comenzó a mejorarse, estuve además nueve días en sala común, con antibióticos desde esa fecha hasta la actualidad, por suerte mi cuerpo se recuperó rápido de las quebraduras.
Pero comenzaron los dolores a los quince días de haber dejado la internación, pero esta vez eran más fuertes, por lo cual estuve 17 días más internado, con dolores que no me dejaban dormir o caminar, ya que debía realizarme una resonancia, la cual pude hacerla gracias a la ayuda del doctor Julio Tabarez y el concejal Ricardo Pereyra, porque de la compañía de seguros de la camioneta, Zurich Seguros, bien gracias.
Allí descubren que tengo una infección en la 3ra. vértebra lumbar.
Debido a esto es que me deben realizar una tomografía con extracción de tres fragmentos de mi vértebra para analizar qué tipo de virus o bacteria era el que me estaba causando esta infección.
Descubren que tengo ostomielitis, que es causada por una bacteria, esta infección ataca al disco que separa la 3ra. vértebra de la 4ta., la 3ra. vértebra y el disco que separa la 3ra. de la 2da. vértebra.
Por suerte ya la infección bajó, pero sólo queda de mi vértebra la mitad, porque la otra fue "comida" por la infección.
Ahora debo consultar con un neurocirujano los pasos a seguir.
Esa camioneta está asegurada en Zurich Seguros, sí, la misma compañía que vive diciendo que asegurando con ellos usted será feliz, esa misma compañía que hasta ahora sólo me llamó por teléfono y que jamás se hizo cargo de un solo peso de todo lo que he pagado hasta ahora, que querían en setiembre programarme una junta médica para febrero, que nunca se interesó en lo más mínimo de mi condición de salud, que gracias a familia y amigos he podido reunir el dinero que necesité para seguir subsistiendo, comprar medicamentos (carísimos) y realizarme todos los estudios de alta complejidad que necesité y necesitaré en el futuro, ya que debo consultar con un neurocirujano los pasos a seguir ya que no logro dormir correctamente por los dolores que causa la falta de la mitad de la tercera vértebra lumbar.
Muchos de ustedes, mis compañeros de estudio de gestor y mandatario y los de martillero y corredor público, han visto cómo debía asistir, con una faja especial para no perder el año y cómo debía levantarme y sentarme a cada rato porque no aguantaba ninguna posición.
Muchos me han visto caminar de forma anormal y dolorido.
Por suerte tengo ganas de vivir, no me doy por vencido fácilmente y tuve el apoyo de mi familia, amigos y muchísimas personas.
Pero hoy por hoy debo muchísimo dinero, ya que no puedo trabajar, mi familia y amigos me fueron prestando dinero para seguir, para comprar los carísimos medicamentos ya que no podía ni puedo trabajar correctamente.
Y si es verdad que me van a operar nuevamente no podré trabajar por mucho tiempo, con el riesgo de que pueda suceder algo más grave todavía como perder la motricidad.
Me he endeudado por este accidente hasta el punto de deber cuatro meses de alquiler, las cuotas alimentarias de mis hijos, las cuotas de estudio, perdido trabajo y mi vida privada ha sido desecha.
Y los de Zurich Seguros, bien gracias, a ellos les interesa muy poco una persona.
Ya saben Zurich Seguros, aseguren allí, total no le pagan a nadie y no les importa en lo más mínimo las personas.
Yo me pregunto....
¿Por qué los accidentados debemos rogar para que las compañías de seguros cumplan con su deber?
¿Por qué el Estado nacional no hace que estas empresas paguen por el abandono de persona que realizan? Porque dejarme librado a mi suerte es abandono de persona.
Debo dar gracias a los médicos y enfermeros del Hospital Pasteur, a los del Instituto Roentgen, a mi familia y amigos, sin ellos no podría haber hecho lo que he hecho hasta ahora.
Fernando Nicolás Borda
DNI 23.823.512