“El Dr. Arturo Umberto Illia, nació en la ciudad de Pergamino provincia de Buenos Aires el 4 de agosto de 1900, falleciendo en Córdoba el 18 de enero de 1983. Fue médico, y desde temprana edad abrazó para siempre el ideario de la Unión Cívica Radical. A partir del año 1918 comenzó sus estudios universitarios en medio de la movilización juvenil que acompañaba la reforma universitaria. Se radicó en la ciudad de Cruz del Eje a partir del año 1929 en donde inició una intensa actividad política que alternó con su actividad profesional.
En 1935 fue electo senador provincial por el Departamento Cruz del Eje, participando activamente en la aprobación de la Ley de Reforma Agraria, la que fuese aprobada en la Legislatura de Córdoba pero rechazada por el Congreso Nacional. Presidió la comisión de Presupuesto y Hacienda e impulsó la construcción de las represas del nuevo San Roque, La Viña, Cruz del Eje y los Alazanes.
El 10 de marzo de 1940 fue electo vicegobernador de Córdoba acompañando al gobernador Santiago del Castillo, cargo que asumió el 17 de mayo de 1940, hasta que la provincia es intervenida el 19 de junio de 1943.
En el año 1948 asumió como diputado de la Nación, cargo que desempeñó hasta 1952. Luego de la muerte de Amadeo Sabattini se constituyó en referente indiscutido del radicalismo de Córdoba.
El 12 de octubre de 1963 asumió como presidente de los argentinos siendo derrocado por un golpe militar el 28 de junio de 1966.
Durante su Gobierno se anularon los contratos petroleros firmados por Frondizi con compañías extranjeras, se impulsó la explotación de petróleo y los recursos estratégicos por parte del Estado, se fomentó la Industria Nacional, se destinó el 23% del Presupuesto Nacional a la educación (la mayor cifra en la historia del país), el PBI y el Producto Externo Industrial crecieron (el último a un vertiginoso 19% en 1964), bajó la desocupación, disminuyó la deuda externa, se llevó adelante un plan de alfabetización y se sancionó la Ley de Salario Mínimo Vital y Móvil y la llamada Ley de Medicamentos, entre otros.
La historia argentina demoró décadas en el reconocimiento de los logros económicos, políticos y sociales de su Gobierno, el cual puede definirse de neto corte progresista, democrático, pluralista, respetuoso de la ley y éticamente irreprochable.
Se destacaron en su personalidad, su honradez, su desapego absoluto a los bienes materiales, la profundidad y firmeza de sus convicciones políticas, su coherencia y pertenencia a lo largo de toda su vida, a los principios doctrinarios y de conducta que marcaron en su génesis a la Unión Cívica Radical.
Algunas de las definiciones del Dr. Illia tienen plena vigencia en la actualidad: ‘La paz es la suprema conquista que propicia el progreso cierto’. ‘Si la política es alejada de la fuerza de las ideas se convierte única y exclusivamente en el ejercicio del poder’. ‘Soy el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas y usted un vulgar faccioso que usa sus armas y sus soldados desleales para violar la ley’. ‘La vida es lucha’.
A los 30 años de su fallecimiento recordamos hoy a un hombre ejemplar, un paradigma de la honestidad y la decencia que sirvió siempre a los demás sin servirse jamás de las prerrogativas que otorga el poder.
Recordamos hoy a quien en enero de 1982 fue galardonado con el premio internacional Mahatma Gandhi por los servicios prestados para la humanización del poder.”
Nora Landart - Carlos Gagliano, concejales UCR