Los comités de circuito Villa María y del Departamento General San Martín de la Juventud Radical expresaron ayer “su preocupación porque en nuestra querida ciudad no hay calle, plaza, paseo ni barrio que lleve el nombre” del ex presidente de la República Argentina, Arturo Illia, de cuya muerte se cumplen hoy 30 años. Así se lo señalaron a EL DIARIO.
Tres décadas después del fallecimiento, “como militantes del radicalismo pero militantes de la democracia por encima de todo, queremos recordar a aquel querido presidente que no conocimos personalmente pero que su conducta, sus principios y sus valores inspiran nuestra militancia”, indicaron los miembros de la juventud “boina blanca”.
Los jóvenes pretenden hacer “un llamado a la reflexión a quienes tienen el honor y responsabilidad de conducir los destinos de esta pujante Villa María y pedirles que en este 2013, en que se cumplirán 50 años de la asunción presidencial del doctor Illia, 30 años de su fallecimiento y del advenimiento de la democracia, que tomaran la decisión política de rendirle un homenaje imponiéndole su nombre”.
En este sentido, desde la Juventud recordaron que ya se colocó el nombre de Raúl Scalabrini Ortiz a una avenida local, al igual que existen las arterias denominadas Hipólito Yrigoyen, Juan Domingo Perón y Raúl Alfonsín.
Aclararon que su idea busca que no se sustituya otro nombre “como en algún momento se pretendió con la avenida Larrabure” y que tampoco se añada a “otra denominación pre existente”.
Para los militantes del centenario partido, esta concreción sería “el mejor homenaje que el Gobierno y el pueblo de Villa María le podrían rendir a un buen presidente y no será sólo un homenaje a don Arturo, que bien merecido lo tiene, sino que servirá para honrar las mejores tradiciones democráticas”.
Los logros que le resaltaron los jóvenes
La Juventud Radical resaltó algunas cifras del Gobierno del ex presidente Arturo Illia, fallecido hoy hace tres décadas.
Recalcó que condujo la Nación “sin estados de sitio ni presos políticos durante los convulsionados años ‘60”.
Indicó que “no multiplicó su patrimonio, por el contrario” y que dinamizó la economía logrando que el Producto Bruto Interno creciera un 10,3% en 1964 y 9,5% en 1965. “La industria creció el 18,9% y el 13,8% en cada uno de esos años: fueron los mayores niveles registrados hasta aquel momento desde que se llevaban estadísticas”, apuntó. Por otro lado, precisó que “la participación de los asalariados en el ingreso nacional pasó del 36,4% en 1964 al 41,1% en 1965” y que la tasa de desempleo “bajó del 8,8% en 1963 al 5,2% en 1966”.
“La salud y la educación fueron atendidas con mayores partidas presupuestarias y en las universidades el clima de libertad académica permitió mejorar notablemente el nivel educativo”, destacó. Además, envió al Congreso de la Nación un proyecto de Ley de Medicamentos que limitaba el accionar de los poderosos laboratorios multinacionales, prohibía las drogas peligrosas y exigía la protección de la salud de los consumidores a través de severas inspecciones y controles.