No hay mejor reconocimiento que los de aquellos que diariamente comparten de algún modo el espacio donde desarrollamos nuestras obligaciones cotidianas.
Cuando la gente expresa su aprecio al esfuerzo cotidiano y el compromiso puesto de manifiesto para cumplir una labor, la satisfacción se duplica.
Quizás esa sensación única, hayan sentido Jorge “La gata” Tissera y Leonel Rodríguez, los protagonistas de las historias que daremos a conocer a continuación.
Vale decir que los dos cumplen funciones en lugares de la ciudad en donde la gente converge en forma masiva.
A la altura de las responsabilidades que se les han encomendado, Héctor y Leonel dan un poco más y ese plus les permite ganarse un lugar entre las personas que a través de las páginas de EL DIARIO quisieron hacer pública su gratitud hacia estos dos villamarienses, dignos de imitar.
Un bañero ejemplar
“Como villamarienses tenemos muchas cosas para agradecer que no son sólo la costanera y su río maravilloso”, expresa la vecina Andrea Machado antes de destacar “la tarea de algunas personas que tienen como labor principal el cuidarnos para que el disfrute sea completo”.
“Jorge ‘La gata’ Tissera, es uno de los bañeros de nuestras costas que además de enfrentar su tarea con un compromiso único, también es un ejemplo para muchos”, manifestó Andrea.
“¡Gracias Jorge por acompañarnos día a día!”, concluyó.
Honestidad policíaca
“Queremos manifestar nuestro profundo agradecimiento y reconocimiento al policía Lionel Rodríguez que mientras desempeñaba su actividad laboral en el Banco Nación (también presta servicio en la División Investigaciones de la Departamental San Martín, de manera honesta y honrosa devolvió a uno de los cajeros dinero que encontró en el piso, plata que se le había caído a mi padre”, manifestó Andrea Bruschini.
“Inmediatamente el personal del Banco (señores Trepín, Morello y señorita Blanch) se comunicaron con nosotros y nos comentaron la situación y luego nos devolvieron el dinero”, acotó la autora del relato.
“Más allá del monto, lo destacable es la actitud del agente como la del personal del Banco, gestos que hoy no son comunes y que lamentablemente se reconocen como ‘tontos’”, también expresó Andrea.
“Lo ocurrido nos demuestra una vez más que es posible un mundo mejor y que no todo está perdido”, agregó la lectora de este matutino.
“La esperanza por un mundo mejor y que no todo está perdido nos permite seguir apostando y creyendo en el prójimo ¡Muchas gracias!”, redondeó Bruschini para cerrar.