Dónde: Quilino y
Villa Quilino
Cuándo: del jueves 24 al lunes 28
de enero
Cuánto: jueves gratis,
viernes $50, sábado y domingo $60,
lunes $40
Cómo: informes al (03521) 498002
Allá, en el norte cordobés, las tradiciones son parte importante de la vida cotidiana. Las pequeñas ciudades y pueblos de la zona viven inmersas en un ambiente pseudo telúrico, que va desapareciendo a medida que el terreno se torna en región pampeana propiamente dicha. Así, con la llegada de cada uno de sus festivales, las localidades aprovechan para sacar a la calle el espíritu autóctono y disfrutar a lo grande. Como Quilino (a 300 kilómetros de Villa María) y su célebre Festival del Cabrito y la Artesanía, uno de los eventos más reconocidos de aquella parte del mapa y que en este 2013 cumple nada más y nada menos que 40 años de trayectoria. Harán falta cinco días para celebrarlo como se debe: del jueves 24 al lunes 28 del corriente.
La propuesta, no podía ser de otra manera, pone énfasis en el folclore, con una completa grilla de referentes de la música popular a disposición del público presente (con cuarteto, el llamado “folclore cordobés”, cerrando el telón el lunes). Masas de gente, algunos gauchos ataviados para la ocasión, que se repartirán entre el Predio de la Plazoleta del Bicentenario de Quilino (el jueves) y el coqueto Balneario Municipal de Villa Quilino (de viernes al lunes). Una fiesta a la que no le faltará ni el clásico desfile de agrupaciones gauchas ni la elección de “La Donosa” y “El Gauchito”. Hasta la terminología pega con el espíritu de la cita.
La grilla
Aquí, el programa completo:
Jueves 24: Los Dioses del Chamamé, Chacho Peralta, artistas locales, desfile de agrupaciones gauchas y elección de la Donosa y el Gauchito.
Viernes 25: Los Guaraníes, Pastor Luna, Los Auténticos de Córdoba y Beto Avila, entre otros.
Sábado 26: Los Manseros Santiagueños, Chango Juárez, Alma Luna y ganadores del Pre Festival, entre otros.
Domingo 27: Los Tekis y Facundo Toro, entre otros.
Lunes 28: Tru-La-La y Banda Express.
Además
Claro que el Festival no sería lo que es si no fuera por su principal protagonista: el cabrito. Manjar con el que Quilino y todo el Departamento Ischilín se hacen conocer alrededor del país, con la fama bien ganada de ser uno de los lugares donde mejor se crían y cocinan estos deliciosos “bichos”. La importancia de los animales en la economía regional se refleja en los patios de comida. Allí, el cabrito se prepara de todas las maneras posibles. Parrilla, llama y horno de barro son apenas algunos de los métodos utilizados. Continuando con aquella línea, imposible perderse el licor que los locales elaboran en base a leche de cabra. Exótico y hechicero en proporciones similares.
Además de la música, la comida y la bebida, los quilinenses hacen hincapié en otra de sus especialidades para atraer al turista: las artesanías, entre las que destacan principalmente los tejidos. Tapices, mantas, alfombras, canastos y elementos similares hechos con paja de trigo forman parte de una tradición que viene desde los primeros habitantes del lugar: los quilinones, una subdivisión de la familia de los sanavirones. Esos que luego caerían en el olvido, fundamentalmente desde que Jerónimo Luis de Cabrera se apropiara de sus tierras, en 1574. Son muchos siglos de historia, con los que Quilino también seduce.