Luciano Cuviello se hallaba navegando por Internet cuando se topa con una interesante convocatoria para jóvenes creadores que lanzaba el destacado centro de educación musical y artística Musiberia, de Portugal.
Al instante, se percata que la fecha de recepción de propuestas finalizaba al día siguiente. Por esas cuestiones del azar o el destino, el músico tenía en su poder un "pendrive" (pequeño dispositivo de almacenamiento) que contenía su flamante trabajo final de grado de la carrera de Composición Musical y su currículum actualizado.
A los pocos días de enviar ambos archivos, le solicitan una entrevista virtual. Por lo que Cuviello sólo tuvo que activarse una cuenta en Skype (un programa para vídeollamadas) y concretar aquel sueño profesional en pura realidad.
Cinco conceptos o “impresiones”
La estadía del artista, que se extenderá desde el viernes próximo hasta el 9 de agosto, comprenderá la grabación de su tesis en el estudio de Musiberia (que se halla en ciudad de Cerpa, a tres horas de Lisboa) y una serie de presentaciones por localidades de Portugal y España.
"Viajo sin instrumentos, ya que el instituto además de financiarme lo que haga allá me brindará todas las herramientas y elementos a su alcance", indicó. Los pasajes, por otra parte, serán solventados por el Instituto de Ciencias Humanas de la UNVM, donde Cuviello dicta clases en las cátedras "Ensayo III y IV".
Tanto la tesis como el proyecto del disco giran en torno a una particular visión filosófica del artista: "El músico no hace la música sino que la organiza, ya que la música es, como el ser. Y como sustento de ello se halla el tao, que es el silencio", reflexiona.
A partir de esa concepción nació "Violetas arenas", que alude a las franjas violetas del río (el violeta significa transmutación o transformación) y "a cada grano de arena que tiene su propio patrón vibracional, lo que genera el ritmo".
En rigor, el título académico de la propuesta lleva por añadidura: "Impresiones de una constante", en referencia al "transcurso constante de la vida" abordado desde ciertas "impresiones", que han sido distinguidas en cinco conceptos.
"El primero sería la esencia como la situación biológica de cada partícula que tiene sus propios patrones vibracionales. El segundo es el sistémico y los distintos conceptos culturales de cada continente. El tercero es la expansión y contracción que sirve para la interpretación musical. Aquí incide el tao en cuanto al uso del silencio y su importancia en la música. Y por último la trascendencia del ser, que alude a los arcos musicales que suelen abarcar una mayor cantidad de tiempo que el diálogo o una conversación cotidiana. Esto permite un enriquecimiento del lenguaje y una amplitud en las personas que lo practican".
Una despedida con invitados
Por último, Cuviello indica que su experiencia podría ser como puntapié inicial para un intercambio más fluido de alumnos y docentes entre la institución lusitana y nuestra Universidad.
A modo de despedida momentánea de la ciudad, el músico ha organizado un concierto en Polaroid (Mendoza 534), a partir de las 21 con invitados especiales: Cecilia Castelli en violín, David Rodríguez en viola y Juliana Mozzoni, Fer Quintás y Eugenia Lauría en voces.