Después del notable esfuerzo y la sensación única de haber “vencido al Dakar”, como así lo describió, Gustavo Beccaría fue agasajado ayer al mediodía por el municipio local que, a través del intendente Eduardo Accastello, le brindó su reconocimiento por su destacada labor en una de las competencias deportivas más relevantes del mundo.
Beccaría, quien en su rostro evidenciaba las “secuelas” físicas que deja la exigente prueba del Dakar, mostró su “orgullo” por el recibimiento y también brindó detalles de la experiencia que vivió en su reciente participación, con la notable satisfacción de haber podido finalizar la misma.
La recepción ser realizó en la Sala Oval “Presidente Juan Domingo Perón” y allí, en primera instancia, Accastello, felicitó al navegante villamariense y lo destacó por ser el primer villamariense en terminar la mencionada competencia que se desarrolló en Perú, Chile y Argentina al indicar: “En nombre de la ciudad que represento quiero felicitarte por el ejemplo que representás para los jóvenes, demostrándoles que con esfuerzo se alcanzan los objetivos”.
A continuación, Beccaría, tras describir su felicidad por el recibimiento, describió diferentes aspectos de la competencia que vivió y lo emocionó: “El balance es el mejor. Porque haber llegado es ganarle al mismo Dakar. El hecho de arribar a la recta final es una sensación tan fuerte que nos emocionó”.
“El desierto de Perú es terrible. Las dunas son muy altas, con arena muy blanda, y estás siempre al límite del accidente”.
“Es una competencia en la cual día a día hay que sobreponerse a un montón de contingencias, máximo después del famoso vuelco e insulto que se vio por todos lados. Después de eso, se nos empezó a complicar porque entramos en la tónica de salir y llegar muy tarde, al punto tal que anduvimos por la noche y lo que hizo muy difícil la navegación en el desierto; es más, te aconsejan no andar por las dunas de noche. Igual, hubo que meterle muchas ganas y voluntad para poder terminarlo”.
“Todos los días tenía que levantarme, escribir el libro de ruta y acomodarlo. Y todo eso te lleva una hora. Así que cada minuto de sueño cuenta para descansar. En los enlaces, cuando teníamos la oportunidad, nos íbamos turneando para dormir arriba del auto porque, en esto, sabés a qué hora largás pero no cuándo llegás, por lo que es vital cada minuto para descansar”.
“La organización es impecable. La telaraña administrativa que tiene el Dakar es alevosa. Es increíble la cantidad de gente y vehículos y cómo se manejan es espectacular. En algunos casos tienen dos equipos y van salteando las etapas. Y, esa gente, después de que llegó el último auto, va pasando toda la noche por el desierto para organizar la siguiente etapa”.
“Uno se trata de preparar físicamente; tengo la suerte de estar constantemente todo el año arriba de los autos, aunque el Dakar es una competencia que te pone al límite física como psicológicamente. Por eso fue fundamental haber aprovechado muy bien el día de descanso”.
Sobre el final del recibimiento, que también contó con la presencia de Marcos Bovo (del Ente Deporte y Turismo) y Fernando Badrán (director de Deportes) Beccaría le entregó una gorra original del Rally Dakar.
Por último, vale resaltar que Beccaría fue navegante del rosarino Francisco Regunaschi y ambos llegaron en el puesto 80 en la general de autos, con 76h 47m 48s, quedando a 5h 54m 00s de la punta. El villamariense pudo terminar por primera vez un Dakar en su tercera participación, lo que lo convierte en el primer participante de nuestra ciudad en terminar una competencia de estas características.