Uno de los temas trascendentes de 2012 en materia cultural resultó ser el cierre de Mundo, el reducto de calle Yrigoyen 263 que se había convertido en un refugio de la escena juvenil y rockera villamariense.
A principios del mes de setiembre había arribado una clausura municipal debido a una serie de faltas que no se ajustaban a la nueva Ordenanza de Espectáculos Públicos.
Los encargados de aquel entonces decidieron concluir con su administración, dado que no acordaban del todo en reacondicionar el local como bar ni tampoco podían recategorizarse como boliche ya que Mundo se halla a metros de un edificio público (el municipio).
Tiempo después, el joven abogado Juan Manuel Luján (31 años) tomó la posta y decidió invertir tiempo y dinero en dicho espacio, redefiniéndolo directamente como bar. Entre idas y vueltas, e inauguraciones postergadas, el pasado fin de semana reabrió el local, aunque todavía sin música en vivo.
En diálogo con EL DIARIO, Luján comenta cómo vivenció la reinauguración y cuáles son las perspectivas para el resto del año.
-¿Qué sentiste en ese momento? ¿Satisfacción, desahogo, felicidad por el objetivo cumplido?
-Creo que la palabra es desahogo. Se había invertido mucho esfuerzo, mucho dinero en algo que se venía dilatando más de lo que hubiese imaginado. La reapertura se había fijado casi dos meses antes, por eso fue liberarse de una carga que se había tornado pesada. Creo que la satisfacción y alegría llegarán con el tiempo.
-¿Qué cuestiones, papeles o elementos faltaban para que se habilitara definitivamente el lugar?
-Faltaban cuestiones a resolver en lo edilicio y en lo administrativo. Tuvimos que realizar el plano de relevamiento de la totalidad del inmueble y su informe de estructura, aunque el bar ocupe quizás un 30% del mismo, con todo el tiempo que demanda confeccionarlo. Sumado a los gastos profesionales de los arquitectos que trabajaron sobre ello. No se había realizado un relevamiento del inmueble desde el año 1946, fecha del último plano que figura en los archivos de Obras Privadas; casi 70 años después los encargados de realizarlo fuimos nosotros.
Música en vivo desde febrero
-¿Cuáles son las diferencias más puntuales de Mundo antes de la clausura y Mundo actual?
-Las diferencias las marcan los preceptos que establece la nueva Ordenanza de Espectáculos Públicos y que quizás antes no se cumplimentaban. Es decir, menor factor de ocupación, prohibición de percibir cobro por entrada, nivel de lúmenes (unidad que sirve para medir el flujo luminoso) y sonido, entre las más significativas. En cuanto a lo cultural y artístico la intención es ampliar y abrir el juego a muchos actores culturales que quizás no encuentran un espacio que los contenga.
-En las primeras dos noches sólo hubo música incidental. Pero, ¿ya se ha programado una grilla de espectáculos y recitales?
-La intención es comenzar con los espectáculos a mediados de febrero (está en vista Daniel Melero y Banda de Turistas), hasta ese momento el bar funcionará con música incidental. Ello obedece a que necesitamos aceitar ciertas cuestiones antes de programar cualquier tipo de evento.
-¿Te seguís contactando con Robertino Metral y Juan Ranco, los ex encargados del lugar?
-Con Metral me une una relación meramente comercial, y con Ranco hemos intercambiado opiniones con respecto a todo lo que tiene que ver con el pasado, presente y futuro del bar.
-¿Y con el dueño del inmueble?
-Con el doctor Sosa es igual, nos une una relación contractual y de colegas.
“Es igual a cualquier otro bar”
-¿Creés que como está ahora se podrán hacer shows y no tener problemas con Seguridad Ciudadana o el municipio?
-No creo que haya ningún tipo de problema, el bar es igual a cualquier bar de la ciudad y estamos en condiciones de realizar cualquier tipo de acontecimiento o evento cultural. Somos conscientes de que a Mundo se lo ha estigmatizado en estos últimos años, y con razones fundadas muchas veces, pero manejarnos dentro de los límites que establecen las ordenanzas, como lo estamos haciendo, nos da mucha tranquilidad.
-En tu Facebook escribiste varias veces la frase "el que abandona no tiene premio". ¿Tiene algo que ver con lo que sucedió con Mundo?
-Sí, estaba refiriéndome a ello. Es una frase de una banda de rock que marcó mi juventud (Redondos) y la siento como propia, como un principio rector en mi vida. En ciertos momentos todo se hizo cuesta arriba y muchas veces se pensó en abortar la idea de abrir Mundo nuevamente, pero íntimamente sentí y siento que el bar nos va a dar muchas satisfacciones.
-También hablás, en otros posteos, de un sueño de joven hecho realidad. ¿Tener un bar de rock era uno de tus anhelos?
-Siempre fue un anhelo, pero quizás nunca antes se había presentado la oportunidad. Apareció esta situación y vimos la posibilidad de generar el renacimiento de algo que había terminado. Hoy me encuentro por mi profesión y actividades empresariales alejado de lo que es el rock en su sentido más puro, pero me remite mucho a mis días de facultad y juventud.
-¿Quiénes te acompañan o colaboran en esta nueva etapa del bar?
-Me acompaña mi círculo más íntimo, tengo una familia hermosa (con un hijo de un año, Santiago), que me acompaña en cada emprendimiento que inicio, mi esposa Ayelén es mi pilar fundamental en todo lo que emprendo. Cuando hablo en plural es porque hablo en representación de todos ellos.
J. R. S.