Los padres de Silvia Schibli se casaron en Marcos Juárez, de donde eran oriundos y se trasladaron a Villa Nueva dado que el papá era empleado del Ministerio de Agricultura de la Nación y fue trasladado al predio que hoy se conoce como “Defensa Agrícola”.
Después de vivir en diversos sitios, al fin pudieron cumplir el sueño de la casa propia, gracias a un plan de viviendas y se radicaron en Villa Centro, donde nacieron los hijos del matrimonio.
Hoy, la misma casa, pero renovada, es la que alberga a Silvia y su mamá, Ana Celia, a quien todos conocen por su segundo nombre. Ella era costurera y hoy, con 84 años, sigue con actividades manuales. “Su especialidad es el crochet. Ahora teje ropa para sus bisnietos”, cuenta Silvia.
Cuando le preguntamos a Celia por su oficio, recuerda que en su Marcos Juárez natal, ella era empleada doméstica desde muy chiquita y a la par, aprendía corte y confección.
Ya casada y radicada en Villa Nueva, decidió colaborar con los ingresos familiares y tal era su destreza, que los vestidos de novia de la alta sociedad eran confeccionados por las hábiles manos de Celia.
La infancia
“Recuerdo que cuando éramos chicos, la vida era muy distinta en esta cuadra. La calle era nuestro lugar de juegos y era común andar en bicicleta jugando por el enarenado”, dijo Silvia.
Por las tardes, todos los vecinos -los mismos que se conocen de toda la vida y que hoy siguen habitando el centro- sacaban las sillas a la vereda, convirtiendo el espacio público en un lugar de encuentro.
“Hoy es distinto. La calle es muy transitada y no se ven chicos jugando. Lo que no se perdió, es ese concepto de vecindad, de solidaridad entre los que habitamos la misma cuadra”, destacó Silvia.
Toda la vida transcurría en Villa Nueva. “A las señoritas de nuestra época, no nos dejaban cruzar el puente para ir a la escuela a Villa María. Me acuerdo que cuando terminé la primaria en la escuela Bolivia, quería estudiar en el Nacional y no me dejaban. Así que hice el secundario acá también”, señaló.
Agradece esa situación que sembró el fuerte sentido de pertenencia a su ciudad. “Yo soy de Villa Nueva, ésta es mi casa. Por una beca estuve seis meses en Italia y cuando regresé, salí a caminar por mis calles. Y aunque encontraba bolsitas de nylon enterradas en el suelo y algunas cosas que otro vería como feas, sentí que estaba otra vez en casa”, dijo.
Los recuerdos van asomando a la memoria y el desfile del 25 de Mayo surge como uno de los hechos sociales más importantes de la época.
“Después del desfile, nos íbamos a dar vueltas por la plaza. Las chicas iban en un sentido y los chicos en otro”, recordó.
Luego llegaban los bailes en el Club Alem, espacio ideal para hacer amistades.
“Otra fiesta importante era la del 6 de agosto, día de la Independencia de Bolivia. La escuela lo celebraba especialmente y venía el cónsul de ese país”, rememoró.
Esfuerzos
Silvia perdió a su padre a los 19 años. Sus sueños de ir a estudiar a Córdoba se desvanecieron, debido a que su mamá debía afrontar la crianza de los tres hijos, con todo lo que significaba años atrás.
Es así que decidió encauzar su vocación haciendo estudios superiores en Villa María. Eligió la Universidad Tecnológica, donde egresó como ingeniera química.
“Pero la vida me fue llevando por los caminos de la docencia. Estuve 30 años en la Escuela de Lechería, donde me jubilé, y sigo trabajando en la Tecnológica”, señaló.
Solidaridad
Silvia es parte activa de una prestigiosa institución villanovense: el Rotary Club.
“Cuando me contaron de qué se trataba el Rotary, quise sumarme, pero en esa época no aceptaban mujeres. Recién en 1982 nos pudimos sumar”, señaló. Llegó a ser presidenta del Rotary Club y está orgullosa de que la organización saca lo mejor de ella. “Te permite dar, no sólo en lo económico, sino dar, con todo lo que eso significa”, agregó.
Hoy, es feliz al ver el crecimiento de la institución en Villa Nueva, haciendo actividades para ayudar a otras entidades y vecinos de la ciudad.
Fotografías: 1) Madre e hija, históricas vecinas de Villa Centro, en Villa Nueva. Celia, modista de renombre y Silvia, ingeniera química
2) Silvia recuerda que las calles de su barrio eran el lugar de juegos de todos los chicos del sector
Vecinos
Entre los vecinos destacados de Villa Centro se pueden mencionar al historiador Pablo Granado y a “Chikín” Moreno, un caudillo político de la ciudad.