La jerarquía de un puntero que camina tranquilo en un torneo complicado, fue suficiente para derrumbar las buenas intensiones de Alumni en Salta, donde Gimnasia y Tiro ganó 2-0 y le propinó un duro debut a la formación visitante.
El resultado no hace más que seguir condenando al equipo villamariense a pelear hasta el final por una permanencia difícil, sobre todo porque entre semana, cuando quede libre de la próxima fecha, puede hasta quedar en la última posición, y esa noticia preocupante sobresale tal vez de todo lo que pudo dejar el equipo sobre la cancha, ante el líder de la Zona Norte.
Es que Alumni salió decidido a mostrarse mejor en el partido, sin importar el calibre del rival, y jugó un primer tiempo interesante que no ganó porque dilapidó un par de situaciones muy claras. Sin embargo, esa imagen decayó en el complemento, cuando Gimnasia fue más agresivo y desnudó algunos problemas defensivos del conjunto conducido por Héctor Arzubialde. De ahí en más, daba la sensación que lo mejor del visitante había quedado en el olvido.
Buena cara
Cuidar la pelota para dominar el juego fue lo primero que Alumni hizo en el partido. Y lo hizo bien, con Alejo Gelatini ubicado por delante de David Altuna en el centro para toquetear sereno y ubicar con pases precisos a Santiago Aloi, el hombre encargado de desnivelar por izquierda. A ellos se sumaron Víctor Rena para pivotear y Carlos Herrera para dar la estocada.
Fueron varios minutos de un control interesante del elenco fortinero, que dieron la sensación de una mejoría placentera, así como se vivió en los amistosos previos. Pero a la propuesta saludable le faltó lo más importante: El gol.
Primero “Falucho”, a los 21’, y luego Aloi, a los 28’, se perdieron ocasiones imperdonables cuando jugás contra un puntero y lo querés lastimar.
Herrera la tuvo luego de guapear en el área y, de frente al arquero Juan Cruz Mulieri, casi en el área chica, remató al lado del palo. Y luego Aloi, de muy buen partido, combinó con el propio “Falucho”, pisó el área y, tras rebote, le pegó con derecha con el arco de frente y la mandó arriba.
Es cierto que fueron apenas dos situaciones a lo largo de todo un partido, pero remarcan un poco la realidad de este Alumni que no supo traducir en la red esa ventaja en el juego que había sacado en los primeros 45 minutos ante un Gimnasia timorato, que recién se animó mejor sobre los últimos 15’, llevado por el juego de Sebastián Vezzani y la movilidad de Iván Agudiak.
Desazón
Tras lo visto en la primera etapa, quien tenía que despertar más a su equipo era el “Tano” Víctor Riggio. Y quizás por ello Gimnasia salió más agresivo en el complemento, cuando apretó las marcas en el medio y se soltó con lucidez por afuera. Además, entre Vezzani y Matías Ceballos, por el medio, empezaron a complicar la tarea de Altuna. Fue allí cuando faltó inteligencia en los centrales de Alumni para cortar más arriba, entonces el visitante empezó a flaquear.
Agudiak, al inicio de la etapa, se lo perdió de cabeza. Pero 6’ más tarde tuvo revancha: después de un tiro libre desde el borde del área, por la izquierda del ataque, el delantero la guapeó entre varias piernas, aprovechó que nadie de Alumni la despejó en el área chica y sólo tuvo que empujarla para abrir el marcador.
De ahí en adelante pareció desmoronarse el mundo para Alumni, que quiso mostrar reacción, pero sin la tranquilidad del primer tiempo, y encima no se volvió a ordenar en el fondo de manera tal que pudiera contrarrestar la búsqueda colectiva de Gimnasia.
Agudiak tuvo otra chance, pero Emir Basabe se lo impidió. No obstante, el equipo villamariense estuvo muy cerca de empatar cuando Aloi, desde la puerta del área y tras un tiro de esquina de Gelatini, le pegó de zurda con violencia y la pelota reventó el palo.
La expulsión de Ignacio Amarilla (de flojo partido), a los 26 minutos, desdibujó más al elenco villamariense, pero Gimnasia le dio vida porque se perdió goles increíbles, algunos por impericia propia y otros por apariciones rutilantes de Basabe.
Arzubialde no se achicó y buscó con el ingreso de Walter Cuevas y de Matías Espíndola, sabiendo que la mínima desventaja en el marcador podía modificarse, aunque sea con algún arrebato individual. Encima, a los 39’ expulsaron a Agudiak, el hombre más peligroso del ataque local.
Sin embargo, cuando Alumni se fue como una tromba al ataque, en el final, Gimnasia pegó con un contragolpe que armó Leandro Zárate y definió Pablo Rodríguez, dos hombres que precisamente habían llegado desde el banco de suplentes.
Todo redondito le salió a Gimnasia, que sigue puntero, sin inconvenientes, y provocó el cantito de “volveremos a primera” por parte de sus hinchas. La contracara fue Alumni, que amagó con empezar bien el año, pero sigue en veremos.
Mulieri 6
Burgos 5
Plaza 6
López 6
Gómez 6
Ianero 5
Villarreal 6
Ceballos 5
Vezzani 7
J. Zárate 6
Agudiak 7
DT: Víctor Riggio
0
ALUMNI
Basabe 8
Caler 5
Berardo 5
Amarilla 4
Villagra 5
Antonino 5
Altuna 5
Gelatini 6
Aloi 7
Herrera 5
Rena 5
DT: Héctor Arzubialde
Goles: 6’ ST Iván Agudiak (G) y 42’ ST Juan Rodríguez (G).
Cambios: 21’ ST Leandro Zárate x J. Zárate y Asencio x Ianero (G), 23’ ST Cuevas x Antonino (A), 30’ ST Mascambroni x Gelatini (A), 32’ ST Espíndola x Herrera (A) y 36’ ST Rodríguez x Gómez (G).
Amonestados: Burgos, Ianero (G), Altuna (A).
Expulsado: 26’ ST Amarilla (A) y 39’ ST Agudiak (G).
Jugado en: Cancha de Gimnasia y Tiro.
Arbitro: Luis Lobo Medina (Tucumán).
Público: 800 personas, aproximadamente.
