Si uno caminaba por la vereda y en paralelo al río Ctalamochita (desde la intersección de costanera y Mendoza) el clima peñero se iba sintiendo. Los grupos de chicos y chicas yendo y viniendo, las parrillas iluminadas por las brasas. Otros sentados tomando un helado o cenando en algún restaurante.
Ya cruzando la Dante Alighieri se asomaba el contorno de las peñas en estado puro. Los vendedores africanos. La gente en las mesas, en sus reposeras o los equipos de camping desplegados al lado del lago. Y sobre la calle, el primer encuentro con la “música nuestra” era en la peña de Los Soñadores. Más adelante el sector de carpas de emprendedores, artesanos e instituciones. Y una nueva posta (en la zona del Central Argentino) para el canto popular argentino en la peña de la Agrupación Folklórica Villa María. El camino concluía en el patio de comidas del Jockey Club Villa María y casi pisando la vereda externa del Anfi las carpas de instituciones y empresas.
Ese era el camino (durante la noche del sábado) para cientos y cientos que se detenían en algunas de las postas o andaban al albedrío.
3 mil porciones
El locro fue la reina de la noche del sábado para la Agrupación Folklórica Villa María que vendió alrededor de 900 porciones. A los Soñadores se le acabaron las 900 porciones y el Jockey Club Villa María marcó el récord de la jornada con mil porciones. "Además, vendimos 200 docenas de empanadas y 200 sandwiches de vacío y la misma cantidad de choripanes", indicó Ricardo Pigni. Mientras que la Agrupación y Los Soñadores no tenían los números finales de la jornada sabatina.