Desde hoy y hasta el domingo, las agrupaciones EcoSitio, Nuestra Córdoba, Los Verdes y Greenpeace, que integran la coalición “Córdoba No Nuclear”, llevarán adelante una campaña de concientización para lograr una provincia sin energía atómica desde el 1 de enero de 2014.
Para tal fin, la Municipalidad de Villa María les cedió un espacio en la costanera donde a partir de hoy se instalará una carpa desde la que desarrollarán las actividades.
En diálogo con EL DIARIO, Luis Tuninetti, de EcoSitio, y Gabriel Andrada, de Nuestra Córdoba, explicaron que durante las tres jornadas los ambientalistas juntarán firmas para avalar el desarrollo de proyectos no nucleares y mostrarán en el stand material informativo sobre los problemas que acarrea el uso de energía atómica.
La plataforma “Córdoba No Nuclear” viene trabajando en esta concientización desde diciembre y ya estuvo presente en dos eventos desarrollando estas actividades, entre ellos el Festival de Cosquín.
“La idea es tratar de concientizar, tratamos de estar en lugares en los que se congreguen muchas personas para que la gente conozca por qué pedimos una Córdoba no nuclear”, afirmó Andrada.
El representante de Nuestra Córdoba sostuvo que el objetivo de comenzar esta campaña es porque la provincia “se ha hecho nuclear” desde que se instaló la Central Atómica de Embalse de Río Tercero, en 1967, y se emplazó Dioxitex 10 años después en el barrio Alta Córdoba de la capital provincial.
Dioxitex procesa uranio para el combustible de Atucha, Embalse y una planta de Mendoza.
Obsoleta e insegura
“La Central de Embalse está obsoleta y en vez de desguazarla, la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) va a hacer una inversión y le va a dar 10 años más de funcionamiento hasta que esté Atucha II”, señaló Andrada.
“La de Embalse es una Central anterior a la de Chernobyl, por lo tanto adolece de un montón de medidas de seguridad que fueron adoptadas internacionalmente tras el accidente en Rusia, el tipo de reactor es peligroso y ha tenido varias fallas, de hecho en su país de origen, Canadá, ya se sacó de línea. No se puede refuncionalizar porque es una central nuclear obsoleta”, argumentó Tuninetti.
“Tanto Chernobyl como Fukushima, hace dos años atrás, nos dieron como antecedentes que en caso de haber un accidente, se afectaría un área de 300 kilómetros a la redonda y casi cuatro millones de personas, en el caso de Embalse”, indicó Andrada.
“Hoy Embalse contempla un grado de seguridad de tres kilómetros y simplemente tiene pastillas de iodo para que no se afecten las glándulas tiroides, que es lo primero que afecta la radiación”, agregó.
“La radiación genera varios tipos de cáncer, además de los inconvenientes genéticos posteriores, como se ha visto en Chernobyl. En Japón, aún hoy se ven los efectos de la radiación de las bombas atómicas. Resulta imposible cuantificar el verdadero efecto que han tenido estos desastres”, acotó Tuninetti.
“Creemos que no hay un conocimiento acabado de la peligrosidad que puede haber. La percepción del daño probable no está vislumbrado por la gente, parece que no nos va a tocar, pero Embalse está muy cerca”, completó el integrante de EcoSitio.
“Lo que estamos haciendo no es alertar sobre algo que tal vez no pase, sino concientizar sobre lo que podría ocurrir en una situación como ésta y comenzar a trabajar con energías renovables”, aseguró Andrada.
“Ya hay antecedentes de esto y pedimos que los Estados nacional y provincial se pongan a trabajar en cómo remplazar las energías que estamos usando por energías renovables”, añadió.
Para el integrante de Nuestra Córdoba, “hay que cambiar la matriz energética, en vez de invertir en refuncionalizar la Central de Embalse, que está obsoleta”.
Antecedentes
Según Andrada, hay una ley nacional que establece que en el año 2016 el 8% del sistema interconectado de energía tiene que ser de energía renovable y consideró que para ello “desde 2007 tendría que haber comenzado a cambiarse la matriz energética”.
En segundo término, mencionó que existe la Ley 9.650, que es la de minería a cielo abierto, y prohíbe en la provincia de Córdoba el uranio y el torio, que son dos elementos que utilizan para el combustible de la energía atómica.
Por otra parte, en noviembre pasado, la Municipalidad de Córdoba firmó un convenio con la CNEA para cerrar Dioxitex y remediar las 50 mil toneladas que tienen dentro del predio.
“Hay antecedentes, pero hasta ahora no se hizo nada”, se quejó.
“Si se va a refuncionalizar la Central de Embalse, lo que está haciendo este Gobierno nacional es seguir con lo mismo”, opinó Andrada, quien consideró que “hay una clara política de impulso de la energía nuclear”.
Hacia una iniciativa popular
En cuanto a la respuesta de la gente, Tuninetti dice que la que se muestra interesada es bastante, pero no son tantas las personas que se comprometen con la causa.
“Lamentablemente el problema ambiental hasta que no se ve o le toca a alguien, no se percibe. Entonces la gente no se compromete. Por eso la idea es crear conciencia para más adelante encarar una iniciativa popular para que la Legislatura de Córdoba determine una provincia sin energía atómica y con un cambio de matriz energética”, explicó Andrada.
“Para llegar a esa iniciativa popular es necesario que la gente conozca de qué se trata, por eso vamos a estar realizando esta campaña”, concluyó.