La plaza del barrio Las Playas que está sobre la calle Figueroa Alcorta luce cuidada, con sus juegos didácticos bien mantenidos y en la que se destaca la gruta erigida en honor a la Virgen Niña, cercada por rejas para formar un espacio de oración.
Elvio “Coco” Moroncini, fue el que ideó la gruta -y la plaza- y fue él quien nos relató esta historia.
“Hace unos seis meses, veo un auto de alta gama parado al frente de la gruta. Me contaron que vieron el cartel que está en la ruta 9 y entraron, porque tenían una nieta muy enferma”, recordó.
Los médicos no le habían dado esperanzas. “Recen, es lo único que queda”, contó que les dijeron los profesionales.
Moroncini no recuerda exactamente, pero cree que el matrimonio en cuestión era de Rosario.
Los había visto en esa oportunidad, con una tristeza infinita. Pero hace dos meses atrás, el matrimonio volvió. “Viejo, ¿nos recuerda?”, le dijeron a Moroncini.
“Las caras de ambos eran otras. Estaban tan contentos, festejaban porque se había salvado la nieta. Volvieron a Villa María a agradecerle a la Virgen Niña y se comprometieron a traer a toda la familia”, relató.
Nos invita a ver las placas del lugar. “Hay muchos agradecimientos de gente de acá. Pregúntenle a ellos y no van a dudar de sus milagros”, puntualizó este hombre de fe.
La gruta fue inaugurada en diciembre de 2002 y cada año los vecinos de Las Playas hacen una procesión para pedir favores y agradecer a la Virgen Niña por los favores recibidos.