Tal como lo había anticipado a fines de 2012 la vicerrectora a cargo de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM), Cecilia Conci, los laboratorios del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas “están listos”, ya que lograron completar su última etapa de desarrollo con la incorporación definitiva de equipamiento específico para el sector.
Días atrás, desde el Instituto que lidera el magister Hugo Traverso, se divulgaron imágenes de los laboratorios, luciendo ya la inclusión del equipamiento que será utilizado por investigadores, alumnos y docentes.
Cabe señalar que el monto de inversión para dotar a los espacios de material fue de más de dos millones de pesos.
Para concretar la inclusión de los equipos de laboratorio, se dispuso un proceso licitatorio que tuvo su apertura de propuestas en los primeros días del mes de octubre de 2012.
“Estamos terminando los laboratorios para prácticas e investigación en ciencias duras, financiados por el Gobierno nacional, que era una materia pendiente para acreditar definitivamente las carreras de Ingeniería”, había adelantado Conci, en la misma sintonía que Traverso utilizaría para sintetizar el año de gestión que finalizaba.
Para el año que ya cumplió su primer mes de trayectoria, la autoridad máxima del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas planteó “continuar con lo iniciado durante 2012 y concretar buena parte de los proyectos en los que estamos trabajando”.
En referencia a ello, remarcó la presentación de una convocatoria del Promei para obtener financiamiento para la carrera de Ingeniería en Alimentos.
En la oportunidad, Traverso había destacado que se encuentran trabajando junto al municipio de Villa Dolores en la implementación de la Licenciatura en Ambiente y Energías Renovables en esa ciudad. En el cierre, Traverso expresó su deseo de que 2013 se presente como un año con nuevos y mejores desafíos”.
Cabe remarcar que los laboratorios se encuentran en un edificio de 1.200 metros cuadrados, ubicado detrás del sector áulico que se divide en dos áreas: una pedagógica, especialmente diseñada para el dictado de clases y la realización de prácticas de laboratorio, y otra investigativa. En este sector los distintos equipos conformados por docentes y estudiantes podrán llevar adelante sus investigaciones financiadas por la Universidad, a través de recursos propios, u otros organismos públicos.