Llovía ayer a la madrugada sobre la ciudad cuando dos autos en los que se trasladaban efectivos de la delegación local de la Policía Federal estacionaron simultáneamente en sendas casas del barrio Roque Sáenz Peña. Una, ubicada sobre calle Italia al 920, y la otra sobre Colombia a la altura del 1250, según pudo saberse.
Los investigadores venían siguiendo la pista de un grupo de pequeños dealers (vendedores) y fraccionadores de cocaína desde hacía algún tiempo, y ayer decidieron golpear a la puerta. Pero no iban a comprar.
En la casa de la calle Italia, todo fue muy rápido. Resultó detenido un hombre que tenía en su poder cocaína y marihuana, en una cantidad que no fue determinada por las fuentes consultadas. Si bien se supo que era importante, era también significativamente menor que la incautada en la otra morada allanada.
En la calle Colombia, todo fue distinto.
En esa casa, en la que fue detenida una pareja, funcionaba un improvisado laboratorio clandestino donde se procesaba la droga que luego salía al mercado en manos de pequeños distribuidores.
Poco más tarde, cuando la lluvia ya había cesado, fueron aprehendidos otros dos jóvenes en la vía pública, más precisamente en Perón y Quintana. Se presume que serían clientes de la “cocina” allanada.

Dos kilos
en la “cocina”

En la “cocina” de la calle Colombia funcionaba dentro de un pequeño baño. El inodoro hacía las veces de “cacerola” donde se “cortaba” (elaboraba) el clorhidrato de cocaína.
También se encontraron diversos productos y elementos que se utilizan habitualmente para la elaboración, el preparado y el fraccionamiento de la droga antes de que ésta salga al mercado.
Todo lo secuestrado y los cinco detenidos quedaron a disposición del juez Federal Roque Ramón Rebak.

Oficialmente

Según el parte de prensa emitido ayer por la Jefatura de la Subdelegación local de la Policía Federal, “la investigación se inició a raíz de denuncias de vecinos por el accionar de un grupo de personas que se dedicaban a la cocción, preparación, estiramiento y comercialización de cocaína”, dice el parte y agrega en otro párrafo que “se logró el secuestro de clorhidrato de cocaína -aproximadamente dos (2) kilos- varios litros de precursores químicos, éter y acetona (siete litros); sustancias en polvo para el estiramiento de la misma, armas de fuego, cortes de nylon para armar “bochas de cocaína” y una importante cantidad de sustancia compatible con la marihuana, lo que lo constituye como uno de los procedimientos más importantes de los últimos tiempos por la cuantía de lo secuestrado y los frondosos prontuarios de algunos de los detenidos (uno de ellos se encontraba en libertad condicional)”, concluye el parte de prensa emitido por la fuerza.