Organismos de derechos humanos manifestaron su “repudio al hecho protagonizado por la Policía de Córdoba en Laboulaye", expresaron su "solidaridad con la familia Sarandón y sus allegados”, y reclamaron la destitución de la cúpula policial luego que once policías fueran detenidos el viernes en esa ciudad en el marco de la investigación por la muerte de un adolescente de 16 años baleado durante un allanamiento.
El fiscal del caso, Enrique Berger, informó que el hecho se registró a las 4.30 del viernes en una vivienda de barrio Mataderos de la mencionada ciudad, donde efectivos de la Departamental Roque Sáenz Peña realizaron un allanamiento en el marco de la investigación de un robo.
Todo controlado, fuera de control
Pese al hermetismo inicial impuesto por los investigadores, trascendió que los uniformados habían logrado reducir a los supuestos autores del delito y estaban preparando su traslado a una dependencia policial cuando un joven de 16 años salió corriendo desde el interior de la vivienda allanada, e instantes después se escuchó un disparo que habría impactado en la espalda del chico, quien murió en el acto.
En declaraciones a Telediario Digital de Río Cuarto, la madre del joven, Sandra Sarandón, aseguró que su hijo, Alvaro, se encontraba en casa de un amigo en una vivienda vecina al lugar donde se había realizado el operativo policial.
Una cuestión de políticas
Ante este hecho, las agrupaciones Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio -Regional Río Cuarto- y la Comisión Municipal de la Memoria de Río Cuarto expresaron que la situación no los sorprende porque "el asesinato de un joven en un operativo policial es un desenlace predecible dada la brutalidad, negligencia e impunidad con la que se llevan a cabo diariamente estos procedimientos en el territorio provincial”.
“Estos operativos no se ajustan a un marco legal y por ello vulneran ampliamente los derechos de las personas. No hay que entenderlo como un error de un agente en particular, sino que es producto del nefasto modelo de seguridad que propugna el gobernador de la Sota”, afirmaron en un comunicado.
Y agregaron que este modelo reprime a los jóvenes más humildes y que "conlleva a la marginación, exclusión y criminalización, ocasionando consecuencias irreparables que van desde la pérdida o imposibilidad de acceder a empleos formales, persecución sistemática a través de la aplicación del Código de Faltas encausando al joven hacia el sistema penal; hasta llegar al resultado más terrible como la pérdida de la vida de una persona”.
También afirmaron que este tipo de acciones responden “a las autoridades recientemente nombradas en la Policía (de clara tendencia represiva) y a la inusitada decisión de tener un policía a cargo del Ministerio de Seguridad en un sistema democrático”.
“Es inentendible que un gobierno surgido del voto popular lleve adelante una política de seguridad basada en la desconfianza. Lejos de combatir la inseguridad, este modelo cordobesista fomenta la creación de verdaderas estructuras de oportunidad delictiva, brindando garantías a los responsables del delito complejo”, agregaron.
Luego, en otro párrafo del comunicado reclamaron “una autocrítica del gobernador sobre las políticas de seguridad y sus trágicas consecuencias. Apelamos a su capacidad de diálogo y a la voluntad de los legisladores para encontrar señales claras de democratizar la fuerza policial, convocar a sectores de la sociedad civil para discutir la seguridad desde la vigencia plena del Estado de derecho y encontrar mecanismos para evitar la exclusión social y el desamparo del Estado”.
Remoción urgente
Finalmente, reclamaron “la remoción de la actual cúpula de la Policía provincial y los subordinados en el orden de mando que tengan responsabilidad por acción u omisión en el asesinato de Alvaro Sarandón, el apartamiento del ministro Alejo Paredes, un urgente repudio por parte de la Legislatura y que el Ejecutivo provincial convoque a un Consejo de Seguridad para toda la provincia con amplia representatividad social”.
Un joven falleció y un uniformado fue detenido: Otro caso de gatillo fácil en la capital provincial
Un joven murió durante un operativo policial en Córdoba capital, y un policía quedó detenido por el hecho, a pocas horas de que otro efectivo fuera apresado en la ciudad de Laboulaye, en la misma provincia, por un suceso de similares características.
El uniformado está acusado de haber matado de un balazo a un muchacho cuando realizaba la requisa de un moderno automóvil que circulaba por el barrio Alta Córdoba y en cuyo interior se habrían secuestrado drogas y armas.
Este presunto caso de "gatillo fácil", que se suma al registrado en la madrugada de ayer en un barrio de la sureña ciudad de Laboulaye cuando varios uniformados allanaron una casa en el marco de una investigación por robo, ocurrió a pocos metros de la Seccional 7ma. de Policía.
El procedimiento se registró en la esquina de Antonio del Viso y Fragueiro, donde una comisión policial interceptó el paso de un Volkswagen Vento con dos ocupantes que había intentado esquivar un puesto de control.
Según la causa, a cargo del fiscal de instrucción actuante, Carlos Matheu, uno de los dos tripulantes del vehículo se bajó y huyó corriendo, en tanto que el restante extrajo un arma y habría intentado resistirse al control, momento en el cual fue asesinado de un disparo efectuado por uno de los uniformados, que resultó herido.
En tal sentido, fuentes policiales indicaron que del interior del rodado los uniformados secuestraron una indeterminada cantidad de cocaína, una pistola calibre 32 y dinero.
Poco después del incidente, se dio participación a la Fiscalía de turno, cuyo titular dispuso la detención del efectivo policial involucrado en el hecho, quien luego de ser atendido por una lesión leve en el Policlínico Policial, quedó alojado en la cárcel de la vecina localidad de Bouwer.