A requerimiento del fiscal Francisco Márquez y como consecuencia de un acuerdo previo con la defensora oficial Silvina Muñoz, el camarista René Gandarillas condenó ayer a dos bonaerenses que el último día de enero del año pasado perpetraron un asalto en un comercio dedicado a la venta de indumentaria femenina.
Se trata de Christian Ariel Caruso y de su hijastro Oscar Alberto Restelli, quienes recibieron penas de cuatro y cinco años de prisión, respectivamente, al cabo de un juicio oral y público de trámite abreviado, durante el cual los dos confesaron haber intervenido en el hecho.
Restelli, de 21 años de edad (los cumplió el pasado 5 de febrero), fue declarado autor responsable del delito de “robo calificado por uso de arma blanca”, mientras que Caruso, de 36, fue condenado como “partícipe necesario de robo” y se lo declaró reincidente.
Con un cuchillo
La noche del 31 de enero de 2012, alrededor de las 21, ambos sujetos llegaron a bordo de una motocicleta hasta la pilchería “ML”, ubicada en Entre Ríos al 1700, aunque al local comercial sólo ingresó Restelli, mientras que su padrastro quedó esperándolo afuera, oficiando de “campana” y listo para huir raudamente del lugar.
Una vez que entró al negocio de barrio Lamadrid, el joven asaltante extrajo de entre sus ropas un cuchillo con el que intimidó a la propietaria, Luciana Meyer, y bajo amenazas le sustrajo 3.000 pesos en efectivo y un celular de última generación.
Con el dinero y el teléfono en su poder, Restelli salió corriendo y subió a la moto que conducía Caruso, tras lo cual se dieron a la fuga. Sin embargo, la rápida intervención de la Policía villamariense logró dar con los malvivientes en inmediaciones de la Terminal de Omnibus, ya que ambos se aprestaban a tomar un colectivo rumbo a la ciudad de Pilar, en la provincia de Buenos Aires, donde tienen sus domicilios.
Antecedentes
Durante el juicio se conoció que Caruso registra un antecedente penal computable, ya que en 2008 fue condenado por el Tribunal Oral Nº 3 de la ciudad bonaerense de Mercedes a seis años y ocho meses de prisión por otro asalto a mano armada.
Como recuperó la libertad en forma condicional, en la víspera se unificó la pena impuesta por el asalto a la pilchería (tres años) con lo que estaba adeudando de la condena anterior (un año), y se le impuso una única sanción de cuatro años de cárcel, con declaración de reincidencia.
Por su parte, Restelli es un convicto primario, por lo que si se observa buena conducta durante el período de detención, podrá quedar libre una vez que cumpla las dos terceras partes de la sanción aplicada ayer, es decir, tres años y cuatro meses.
Caruso y su hijastro se encuentran alojados en la cárcel de barrio Belgrano, pero en las próximas semanas serán trasladados a algún penal bonaerense para estar más cerca de sus familiares, quienes continúan radicados en la localidad de Pilar.