Ayer a las 17.30, el pluviómetro de la agencia del INTA Villa María había marcado 10 milímetros. Casi no llovió más después de esa hora, pero los villamarienses disfrutamos aliviados de una jornada con temperatura agradable.
Sergio Dequino, titular de la oficina junto a Javier Martilotti y Leandro Villarreal, informaron a EL DIARIO que “como es natural en el clima de la Pampa Semiárida, hay una disparidad enorme si se compara año tras año”.
Con los registros en la mano de los últimos 50 años, los profesionales dan cuenta de que el promedio anual de lluvias en Villa María es de 793 milímetros, pero con variaciones que van de los 1.119 a los 458 milímetros anuales.
“No se puede hablar de ciclos, porque la alternancia de años secos y lluviosos es totalmente aleatoria”, indicó Martilotti, acompañado de gráficos que así lo demuestran.
Tampoco le parece oportuno hablar de que las diferencias se orientan por el cambio climático.
“La sequía que yo más recuerdo fue en el 70 y el 71, cuando se habían perdido todas las alfalfas. Pero en el 78 se dio uno de los años más lluviosos de la última década. Por esos años, ni se hablaba de cambio climático y ya había años secos y lluviosos”, agregó.
“Los pronósticos se hacen para una amplia región, por ejemplo, para toda la Pampa Húmeda, y a partir de ahí se dan particularidades por cada zona”, acotó Villarreal.
“El pronóstico para 2012- 2013 indica que será un año neutro o con presencia del Niño, lo que hizo que tuviéramos una primavera muy lluviosa, con un octubre en el que cayeron 234 milímetros y un verano que hasta ahora es seco”, agregó.
“Enero y febrero siempre tienen déficit hídrico, porque por más que llueva bien, el calor hace que nunca alcance, porque se evapora”, dijo Martilotti.
Más allá de las estadísticas, la lluvia de ayer trajo alivio en la zona urbana, que tuvo temperaturas agradables, muy lejos de los 40 grados de máxima que se registraron en la jornada del martes.
También fue esperanzador para la zona rural.
“Esta lluvia puede hacer que se recuperen algunos cultivos que están en un estadio vegetativo. Diferente es para aquellos que ya están en la etapa de floración o de llenado de granos. En esos casos, la pérdida es irreversible”, afirmó Villarreal.
Al parecer de Martilotti, algunas consecuencias se podrían evitar con buenas prácticas agronómicas basadas en la sabiduría popular. “Antes se decía que el maíz tenía que florecer en diciembre y estar con el choclo para las fiestas. Esos maíces no sufrieron tanto”, remarcó.
Otro dato para señalar es que los registros son diferentes según sea al norte o al sur de Villa María.
“Al sur y al sureste se dio un aceptable nivel de lluvias. Diferente situación es la del norte, el oeste, el noroeste y el noreste, por decirlo con el nombre de los pueblos, de Arroyo Cabral a Cintra, donde la situación por la sequía es muy crítica”. concluyeron.
Enero en estadísticas
En enero de 2013 se registró en el INTA Villa María una precipitación de 36 milímetros, lo que lo convirtió en el segundo mes más seco de los últimos 50 años.
“Hasta el penúltimo día, iba camino a ser el mes más seco, pero llovió el día 31 y se ubicó en segundo lugar”, acotaron los especialistas de la agencia local del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria.
El enero más seco siguió siendo el de 1965, cuando cayeron apenas 23 milímetros.
El más lluvioso fue precisamente el año siguiente, con 250 milímetros.
El promedio de lluvia de enero (tomando los datos de los últimos 50 años) es de 113 milímetros.
Febrero es históricamente un mes con menos agua. El promedio es de 98 milímetros. El que fue más lluvioso fue el de 1984 y el más seco ni siquiera movió la marca del pluviómetro. Fue en 2001.
Hasta ahora, febrero de 2013 comenzó con una marca de siete milímetros el 1 y ayer, con el alivio de los 10 milímetros registrados.