Diego Guillén es un muchacho tímido que buscó una forma especial para decirle a su novia, Paola Scarafía, que quería casarse con ella.
“Se me habían ocurrido dos ideas: una, era hacer un pasacalles, y la otra, proponerle matrimonio por EL DIARIO”, dijo.
Eligió este último camino y escribió en la sección Sociales publicada ayer, en el Día de San Valentín lo siguiente: “Te amo con el alma, porque me haces feliz, porque me das abrigo, porque todos los días alegras mi corazón... En las buenas y en las malas y sobre todo, porque quiero que esta vida la vivamos juntos, por eso y muchas cosas más... ¡¡¡Quiero que te cases conmigo!!!”.
A las 8 de ayer, ella abrió EL DIARIO y se encontró con la sorpresa y no dudó, le dio el sí.
“Me llegaban mensajes de todos lados felicitándome”, relató Paola.
Diego no esperaba tanta repercusión. “Es muy tímido”, acota su novia.
Se encontraron y se volvieron a encontrar
Es difícil pensar qué hace que una persona sea única para otro. Hay científicos de varias disciplinas que tratan de dilucidar esos enigmas, pero aún no hay nada corroborado. Sin embargo, ellos lo supieron hace tiempo, cuando se conocieron por casualidad en unas vacaciones. “No pasó nada entre nosotros, pero yo sabía que era ella la mujer especial”, cuenta Diego.
Se veían, se pensaban, pero cada uno seguía su vida.
“Tenemos una diferencia de edad -ella tiene 31 y él 25- que en un principio nos hizo pensar que no era posible”, recordaron.
Sin embargo, un día, el jovencito tímido tomó coraje y se presentó en la casa de Paola.
“Primero toqué el timbre convencido, pero después, cuando sentí que abrían la puerta, empecé a retroceder”, rememora.
Venció la timidez y dijo finalmente lo que había venido a decir: “Quiero ser tu novio”.
Así fue como comenzó la historia de amor entre Diego y Paola.
Fueron avanzando juntos, se comprometieron, se fueron a vivir juntos y proyectaron el casamiento.
“Hablamos mucho del matrimonio, pero todavía yo no se lo había propuesto, así fue que elegí el Día de San Valentín”, señaló.
Un romántico
Diego no duda en manifestar los sentimientos. “Cuando la visitaba en la casa, siempre llevaba una flor o un chocolate. Al principio, era sólo para ella, pero después la mamá de Paola se ponía medio celosa así que llegaba con dos flores o dos chocolates”, dijo Diego.
“El se acuerda de todas las fechas”, acota Paola.
Tienen como días especiales el que recuerda ese primer paso en la puerta de la casa de ella, el día que se pusieron de novios, el del compromiso y el que se fueron a vivir juntos. Es por eso que en la casa se ven los ramos de flores y recuerdos de cada regalo que él fue entregando para recordar esos hitos en el amor de la pareja.
“Mi hermano se enoja, porque a partir del ejemplo de Diego, las mujeres de la familia quieren las mismas atenciones y ellos parecen que no están dispuestos”, bromea Paola.
El futuro
Ya tienen la fecha. Será en el mes de setiembre donde Diego y Paola celebren ante el altar la primavera de su amor.
Después, seguirán con su proyecto de familia. “Tenemos muchas ganas de tener hijos, pero vamos a esperar a que me reciba, porque entre libros y pañales se va a hacer difícil”, dijo Paola, a quien le falta un año para graduarse como abogada.
Además, ella es socia en una inmobiliaria de esta ciudad.
El se desempeña en el rubro de la electromecánica y así, entre trabajo y estudios, ambos pretenden construir el hogar que cimentaron desde el día que se conocieron, hace seis años atrás, y que materializaron con el pedido de matrimonio público que hizo Diego a través de EL DIARIO.