La razón principal por la cual el profesor Iván Baggini quería abandonar la ciudad de México, era por sus altos niveles de violencia; pero sobre todas las cosas “por la naturalización de esa violencia”, como explica. Y así, gracias al Conicet y a la mediación del Instituto de Ciencias Humanas de la UNVM, Baggini vuelve al país. Su nueva casa será Villa María y su primer aporte académico, este curso que durará todo el año.
“La diplomatura surge por un reclamo social pero el Instituto de Humanas captó muy bien esa necesidad y ahora brinda esta propuesta a toda la comunidad. El cursado se llevará a cabo todos los sábados de 9 a 13 en el Campus, iniciándose el 6 de abril, y contará con seis módulos, cada uno dictado por docentes de la UNVM y especialistas de la Universidad Nacional de Córdoba”.
Dos objetivos centrales
En cuanto a la propuesta académica de la diplomatura, Baggini indica que “tiene dos objetivos centrales: brindar elementos teóricos y metodológicos para analizar y detectar los procesos de inseguridad; y capacitar a los integrantes de la comunidad escolar para elaborar proyectos de intervención”.
Los temas a tratarse van desde la violencia entre pares a la violencia de género y sexual; desde las políticas educativas y comunitarias a las respuestas del Estado hacia los actos de violencia en las escuelas. Se analizará también las políticas educativas, la relación entre comunidad y escuela, y se hará especial hincapié en la construcción de mediadores escolares para prevenir la violencia dentro del aula.
Destinada a docentes de todos los niveles, padres y estudiantes avanzados (especialmente de carreras psicopedagógicas y sociológicas) las inscripciones ya están abiertas en la Secretaría de Investigación y Extensión de Humanas, de lunes a viernes de 8 a 18 horas o al teléfono (0353) 4539136, interno 3.
De qué hablamos cuando hablamos de violencia escolar
- Cuando se habla de violencia escolar, ¿se habla también de la que ejercen los profesores?
- Si entendemos la escuela como espacio de poder, necesariamente tenemos que revisar la violencia que ejercen los adultos hacia los estudiantes y que es un derivado de la violencia institucional. Sin embargo, existe un diagnóstico de violencia escolar cuando las interacciones entre los distintos actores están mediadas por la agresión.
- ¿Cuáles son los factores que desencadenan violencia escolar?
- Esta es una problemática multicausal, así que hay numerosos factores. Pero el principal tiene que ver con la reestructuración que están sufriendo las instituciones sociales; en especial la familia y la escuela. Esta reestructuración ha influido en el uso de la autoridad y el consiguiente cambio en las normas y los valores. Al no haber una penalización concreta o una observación de parte de la autoridad, puede ocurrir que fenómenos inicialmente repudiables, se naturalicen.
- ¿Esto significa que deberían existir más castigos?
- No. Esto que digo no debe interpretarse como un discurso punitivo porque ése es un modelo superado. Pero tampoco podemos irnos al otro extremo en donde todo es válido. Hay que aplicar un plan de convivencia. La escuela es, por definición, una institución socializadora. Y debe intentar armonizar siempre. Por eso es que uno de los objetivos de este curso es, precisamente, formar mediadores escolares para detectar las pequeñas manifestaciones, como los procesos de intimidación o mal comportamiento que pueden desencadenar agresiones después.
- ¿Considera que esta problemática trasciende al llamado Tercer Mundo?
- Sí, porque la violencia escolar se ha incrementado a nivel mundial. Cotidianamente los medios de comunicación nos presentan casos extremos y eso hace que el sistema educativo empiece a formarse para el tratamiento y la prevención. Una de las estrategias más difundidas es la construcción de los “mediadores escolares”; pero éstos deben formar parte de un proyecto institucional más amplio.
- Las prácticas violentas que se dan en los alrededores de la escuela ¿son violencia escolar también?
-Absolutamente. Son una forma de “bullying” (ensañamiento y acoso a un par) Y las más nuevas, las agresiones como las que se producen vía Facebook entre compañeros son violencia escolar también. El punto es que cuando no sabemos convivir, surge la discriminación. Y la discriminación unida a los insultos, genera violencia psicológica. La persona que es víctima de violencia se anula a sí misma, anula su propia capacidad humana y también de interacción; se aliena, se bloquea y casi que desaparece. Y ésta es una de las consecuencias más alarmantes y difíciles de tratar después.
Iván Wielikosielek
