A requerimiento del fiscal Correccional, Horacio Vázquez, el camarista René Gandarillas absolvió ayer a un suboficial de la Policía Federal Argentina que estaba acusado de haber participado indirectamente en la usurpación de una vivienda de barrio Belgrano de esta ciudad a manos de una pareja.
Se trata del sargento José Eduardo Reinoso, de 44 años, quien fue juzgado como supuesto “partícipe necesario de usurpación por despojo”, tras haber sido sospechado de prestarle una amoladora a Bruno Omar Alexis Mansilla y a su mujer Natalia Romina Blanco para que cortaran el candado que cerraba la puerta de acceso al inmueble ubicado en Chile 1550.
Al pronunciar su alegato en la segunda y última audiencia de debate, el fiscal Vázquez solicitó la absolución de Reinoso invocando el “beneficio de la duda”, mientras que el abogado defensor del funcionario policial, Julio Monasterio, adhirió al pedido del acusador público, pero sostuvo que su cliente no había infringido la ley y que, por ende, correspondía que se declarara la absolución por inexistencia de delito y no por la duda.
Ultimos testigos
Previo a que las partes expresaran sus conclusiones, el tribunal receptó los testimonios de dos vecinos de barrio Belgrano que, supuestamente, habían sido contratados por el acusado para realizar el flete de los muebles pertenecientes a la familia que usurpó la casa.
Hernán Gabriel Córdoba y Ricardo Montelirio, domiciliados en calle Chile al 1500, negaron haber realizado el traslado del mobiliario y dijeron que jamás fueron contratados por Reinoso para tal fin.
Si bien tanto Córdoba como Montelirio -cada uno a su turno- dijeron que conocían al sargento de la Federal y al matrimonio Mansilla-Blanco, aseguraron que nunca habían sido contratados ni llevaron objeto alguno al inmueble usurpado por la pareja.
El comparendo de ambos testigos sobrevino luego de que el también sargento Hernán Darío Giusiano declarara que Reinoso había solicitado sus servicios como fleteros para que transportaran los muebles de la familia que ocupó ilegalmente la casa propiedad del ex policía Rodolfo Máximo Bazán.
Concretamente, Giusiano (hijastro de Bazán) sindicó a Córdoba y a Montelirio como las personas que habían hecho la mudanza de los bienes de Mansilla y Blanco al domicilio usurpado, y que Reinoso los había contratado para ese trabajo, pagándoles el flete.
La contundente negativa de los dos testigos llevó al fiscal Vázquez a solicitar la absolución del efectivo que presta servicio en la Delegación Villa María de la Policía Federal, postura a la que luego adhirió el abogado defensor.
Cabe señalar que Bazán y Giusiano testimoniaron el jueves pasado, al iniciarse el juicio oral y público, y ambos sindicaron a Reinoso como la persona que les había prestado la amoladora a los usurpadores y que les “marcó” la casa (que en ese momento estaba deshabitada) para que se metieran ilegalmente.
Los dos testigos intervinieron en el violento desalojo de la pareja y sus cuatro hijos menores, hecho que se produjo en horas del mediodía del 19 de febrero de 2012 (hoy se cumple exactamente un año del incidente) y que derivó en la denuncia contra Mansilla y Blanco por “usurpación”.
Grave denuncia
Al día siguiente del hecho, la comisión de Vecinos Autoconvocados Contra los Abusos Policiales (VACAP) formuló una denuncia pública contra Giusiano y su padrastro por considerar que ambos policías habían agredido “brutalmente a golpes a Natalia y a Bruno, observando y percibiendo la violencia los niñitos”, según expresó la entidad en un comunicado.
En aquella grave acusación, la VACAP señaló que “Giusiano llegó al domicilio con la excusa de sacar unos muebles que le pertenecían y una vez adentro golpeó a la pareja. Incluso recibieron amenazas del policía, de que matarían a los niños si no sacaban sus pertenencias de la casa”.
“La mujer violentada gritó pidiendo ayuda a los vecinos. Los vecinos, alarmados, se fueron juntando frente al domicilio y llamaron a la Policía y a una ambulancia, pero al llegar dichos móviles, Giusiano los atendió y los hizo volver, siendo disuadidos y no dejándolos cumplir con su cometido”, añadió la agrupación que se creó en 2008 ante la seguidilla de casos de abuso policial registrados en Villa María y Villa Nueva.
A raíz de aquel violento episodio, el sargento Giusiano (quien presta servicio en la Unidad Departamental General San Martín) fue procesado por la Justicia y podría ser juzgado antes de fin de año.
La pareja pidió la “probation”
Por otra parte, cabe recordar que la causa madre de este proceso sigue teniendo como principales implicados a Bruno Mansilla y a su mujer Natalia Blanco, quienes están acusados de haber usurpado la vivienda, pero ambos solicitaron la suspensión del juicio a prueba, o “probation”, y por el momento evitaron sentarse en el banquillo.
Esta situación procesal aún no fue resuelta y si la Justicia les deniega la “probation”, ambos serán juzgados oral y públicamente más adelante como supuestos coautores de “usurpación por despojo”, un delito que, legislado por el artículo 181 del Código Penal de la Nación, es sancionado con prisión de seis meses a tres años, y por ende es excarcelable.
Foto 2: El fiscal Correccional, Horacio Vázquez, pidió la absolución del efectivo de la Policía Federal local invocando el principio jurídico del “beneficio de la duda”