José Miguel Marengo (foto) es un sacerdote trinitario que actualmente está cumpliendo su misión pastoral peregrinando por Latinoamerica.
El cura es oriundo de Hernando, aunque desarrolló una amplia misión pastoral en Villa María, especialmente con el apoyo en la reinserción de los privados de la libertad.
Desde Bolivia, su residencia actual, relató cómo se viven estos días de fuertes tormentas que provocaron la muerte de 23 personas.
“En Bolivia, los meses de enero y febrero son los más lluviosos y en los tiempos en que se producen más deslizamientos de tierra y crecidas y riadas en los ríos. Pero este tiempo es especial y está lloviendo casi todos los días. Hoy lunes -por el 18 de febrero- amaneció soleado, luego se nublo, y a la siesta se abrió el cielo, parecían baldes de agua que caían sobre Sucre y el Departamento de Chuquisaca. En un momento cayó granizo. El día es muy variado, pude llover tres veces en el día y entre lluvia, soleado. Esto es común en este tiempo, pero ahora está superando la media anual, por el fenómeno del Niño. El gobernador informaba hoy -por el lunes- que hay más de 29 municipios en necesidades de ayuda, por los desastres causados por la lluvia.
El problema mayor son los deslizamientos de tierra y las riadas que se forman en los ríos que arrasan con todo, en especial tierras de cultivo.
Y las carreteras, que son de tierra, quedan intransitables, como la que va de Sucre a Santa Cruz por los deslizamientos de tierra.
Uno puede estar varado horas esperando abrir camino con maquinaria pesada.
Esta es la realidad aquí en Sucre y Chuquisaca, ahora es la zona más afectada por las lluvias. Comparto una noticia, con la última información de las informaciones locales, a través de un diario de Chuquisaca.
Un abrazo desde Sucre”.
La noticia enviada por Marengo es la siguiente:
“El fenómeno climático de El Niño se cobró la vida de 23 personas que perecieron por el desborde de ríos, inundaciones y deslizamientos en el occidente y oriente del país
De acuerdo con el documento Evaluación de Daños (EDAN), a nivel nacional se registraron más de 800 viviendas seriamente afectadas y en el área agrícola se perdieron 10.657 hectáreas de sembradíos.
El fenómeno de El Niño, un cóctel de masas de aire frío y corrientes marinas calientes, afectó a 8 de 9 departamentos y de 58 de 339 municipios.
“Estamos preparados y pendientes para atender las emergencia que se suscitan por efecto de las precipitaciones pluviales”, dijo el viceministro de Defensa Civil, Oscar Cabrera.
Chuquisaca es el más afectado por los aguaceros caídos desde octubre, asimismo, hasta la fecha ocho personas murieron por riadas.
Cabrera recomendó a las autoridades municipales y departamentales mantener las medidas preventivas necesarias ante el ascenso de los niveles de agua en los ríos.
Demandó a las Alcaldías y Gobernaciones coordinar acciones para apoyar a las familias afectadas, garantizar el abastecimiento de agua, entrega de alimentos (azúcar, fideo y aceite), frazadas, colchonetas y herramientas (palas, picotas y carretillas).
Las familias damnificadas llegan a 10 mil, más de 7.000 han recibido ayuda humanitaria de parte de Defensa Civil, pero en función al requerimiento que hace el municipio local, sostuvo.