Un abogado de La Falda que padece discapacidad motriz y debe movilizarse en una camilla, estuvo ayer en Villa María para realizar unos trámites en el Palacio de Justicia, pero se vio imposibilitado de concurrir al Juzgado donde se tramita una causa de su interés porque el edificio no cuenta con rampas de acceso y los ascensores son demasiado pequeños.
La particular situación se produjo poco antes del mediodía de la víspera cuando el letrado en cuestión (quien además sufre problemas respiratorios) llegó a Tribunales para hacer una presentación relacionada con su hija.
Al margen de la cuestión eminentemente jurídica, lo llamativo del caso es que el Poder Judicial de la provincia no ha sabido dar respuestas a personas que tienen este tipo de inconvenientes para movilizarse.
El abogado tuvo que ser ingresado por el portón de calle San Juan, que da acceso a las cocheras de los funcionarios, y su “periplo” concluyó en la planta baja, frente a los ascensores, donde se las ingenió para trabajar con una netbook.
Esperemos que la Justicia pueda solucionar este problema a la brevedad, construyendo una rampa de acceso en la entrada principal y acondicionando alguno de los ascensores para situaciones como la descripta.