Como mínimo, hay dos o tres denuncias diarias sobre violencia familiar que le llegan a la jueza de Paz de Villa Nueva. Así lo confirmó la funcionaria María Ester Farías en diálogo con EL DIARIO.
“La gente no sabe o no interpreta lo que son las denuncias. Piden una exclusión del hogar y a los 2 ó 3 días ves a la pareja otra vez junta”, se lamentó Farías al ser entrevistada por este matutino.
Ante una pregunta, señaló que “son los menos”, pero no obstante representan muchos casos.
“Es lamentable porque movilizan todo un aparato con sus denuncias. Hay personas trabajando detrás de esto”, subrayó.
La jueza consideró que “hay muchos casos en los que (la presunta víctima) vuelve (con el presunto agresor) por comodidad, por dinero o por el sueldo”.
Precisó que en lo que va de 2013 ha disminuido el número de exclusiones, pero recalcó que el ritmo en la oficina durante 2012 fue frenético, con días en los que llegaron a presentarse 12 casos.
Afortunadamente, “en Villa Nueva nunca ha habido casos graves como en otras localidades”.
“Tenemos el caso, por todos conocidos, de la madre que mató a sus hijos, pero puntualmente no existían denuncias previas”.
Las aconseja
La jueza develó que cuando se presentan mujeres que terminan volviendo con el concubino o con la pareja que las maltrata, ella les sugiere que “salgan a trabajar”, así no dependen de su dinero, el que muchas veces se convierte en el factor que incide en la vuelta.
“Tenemos todo tipo de casos: violencia psicológica, física, económica”, describió.
Ante la pregunta de si se presentaron hechos con personas con signos visibles de haber sido golpeadas, confirmó que no sucedió.
En este sentido, hizo una lectura clave: “Creo que algunos saben dónde pegar para que no se note. Les pegan en la cabeza, donde no deja marcas como en el cuerpo, en donde se hacen más visibles los hematomas”.
Víctimas femeninas
Farías afirmó que la mayoría de las denuncias tiene un factor en común: son mujeres que denuncian al hombre, ya sea su esposo, concubino o novio.
Y aunque explicó que “son las menos”, dijo que le llamó la atención que hubo varios casos que “denuncian para sacarse de encima a la pareja”. “Ha habido dos o tres de esta naturaleza en los últimos tiempos”, añadió.
Ante la consulta de si hay niños entre las víctimas, señaló que “no se han denunciado”.
En este aspecto, informó que en estos casos la vía suele pasar por la Secretaría de Acción Social de la Municipalidad, donde interviene el equipo técnico de la comuna con sus especialistas.
¿Se respeta la medida de exclusión o restricción? Farías dijo que “por lo general” sí se hace.
Lo que ocurre cuando violan la medida dispuesta por el Estado no es uniforme; para ella “deberían ir presos”.
“Deberían ir presos cuando violan la restricción”
La jueza Farías especificó que para denunciar un hecho de violencia hay que concurrir a la Policía: allí en la Comisaría de Distrito se expone el caso. Sólo cuando es feriado, sábado o domingo actúa de oficio la jueza de Paz.
Todas las exclusiones son determinadas por la funcionaria: “Ya no van más a Tribunales, sino que pasan por mí”.
“Quien expone lo que le pasa es quien pide la exclusión, yo leo la denuncia y actúo. Luego de actuar lo mando a Tribunales y se fija una audiencia”, puntualizó.
¿Qué ocurre cuando el presunto agresor o la presunta agresora (son mínimos los casos en que las víctimas son hombres, aunque los hubo) viola la orden dispuesta por el Juzgado de Paz? “Deberían ir presos cuando se trata de violencia grave”, fue lo primero que dijo. Luego, explicó que la Policía los tiene que encontrar “in fraganti” violando la disposición del Estado.
Y en ese caso quedan detenidos, “pero sólo por unos pocos días, salvo que la denuncia sea penal y ahí sí las cosas cambian”.