No hubo clases ayer, pero los profesores, directivos y el resto de los trabajadores del IPET 49 (ex Escuela del Trabajo) fueron igual. Todo era un desorden, dado que, como a las empleadas del servicio tercerizado de limpieza no le abonaron el salario de enero, decidieron realizar una medida de fuerza haciendo retención de servicios.
Esta protesta provocó que en tres escuelas de Villa María (la del Trabajo, la Abraham Juárez y la Rosario Vera Peñaloza) y una de Villa Nueva (IPET 322) no pudieran iniciar las clases normalmente.
Fue entonces que en la prestigiosa entidad educativa decidieron poner manos a la obra y dedicarse a limpiar las aulas. Subidas a las sillas, las profes, munidas con plumero en lugar de puntero, sacaron la tierra de los dinteles de las ventanas, cambiaron los libros de Historia por un trapo húmedo para pasar sobre los bancos y en lugar de la netbook con la programación del año cargada en la memoria, tomaron la escoba para barrer los pasillos.
No es deseable esta situación, pero prefirieron afrontar la tarea ante la falta de respuesta de las autoridades provinciales.
“Se hizo esta tarea para aliviar el trabajo de las chicas de la empresa de limpieza, que mañana -por hoy- retomarían la actividad”, indicó Miriam Saura, directora del IPET 49, destacando que la iniciativa de los docentes fue para “dar una mano”.
“Si le cumplen las promesas de pago a las chicas, creo que el lunes podríamos estar iniciando las clases”, agregó.
Sobre la limpieza, dijo que asumieron la tarea por decisión colectiva “y con alegría”. “Falta mucho, nos quedan 30 aulas, más los pasillos y los baños. Si mañana empiezan las chicas con la escuela como estaba, no iban a poder terminar para el lunes”, dijo.
Destacó también que la cooperadora hizo limpiar el internado, pero los chicos que asistieron el miércoles decidieron volver porque no podían garantizar la limpieza de los baños y las habitaciones.
Situación de las trabajadoras
Las empleadas recibieron ayer la promesa de la empresa Euro Clean, contratada por la provincia para la limpieza de entidades educativas y bancarias, de que les pagarán el sueldo de febrero, fecha en que inició su actividad la firma. Es decir, que ellos, que fueron contratados recientemente por la Provincia, no tienen deudas con las empleadas.
Sin embargo, las trabajadoras no recibieron el pago de enero, que correspondía abonarlo a Guba SA, que, según informaron desde las escuelas, se fue a quiebra.
“Yo no sé, pero hace dos años y medio que trabajo y ya pasaron tres empresas. Para mí es casi la misma gente”, dijo una de las empleadas consultadas, quien está preocupada por la falta de ingresos.
“Nos dijeron que vengamos a cumplir el horario y venimos, pero si al menos nos pagan un mes, vamos a poder ir saldando las cuentas, que es lo que me importa”, agregó, esperanzada con cobrar al menos la mensualidad de febrero.
Es tan irregular la situación de las empleadas que durante el año pasado inexplicablemente no pudieron acceder al servicio de obra social, pese a que le hicieron los pertinentes descuentos, aseguró la mujer consultada.
Otro dato para resaltar es que la misma empresa limpia también otras instituciones educativas, no sólo de nivel secundario, sino también del Primario. Sin embargo, en ese nivel, las directoras no tuvieron la autorización para postergar el inicio de clases y empezaron igual.
En las escuelas que tienen como personal de planta a empleados de servicios generales (los recordados porteros), ese problema se minimiza porque hay quien se hace cargo del mantenimiento de la limpieza del lugar.
En otras, que tienen centenares de chicos en las aulas, la situación es insostenible.
Desde el Gobierno de Córdoba no emitieron opinión ni dieron respuesta a los directores, pese a que es desde allí donde se contratan los servicios tercerizados.