Sobre la calle Pablo Colabianchi, entre Buenos Aires y Corrientes, se ubica un baldío que no deja de generar discordia.
Días atrás, la crónica policial indicaba que en el descampado habían encontrado plantas de marihuana y elementos robados.
Ayer, una vecina del descuidado inmueble relató las penurias que desde hace dos años tiene que soportar.
“Desde hace 24 meses vengo reclamando a la Municipalidad, haciendo denuncias personales y telefónicas y jamás recibí respuesta alguna”, indicó Mónica Sadler.
“No puedo abrir las ventanas de mi departamento debido a los ratones, arañas, alacranes y sobre todo porque el lugar es una guarida de rateros. Este terreno se parece a la selva amazónica, es un peligro.”
“Dicen que los propietarios no viven en la ciudad pero los impuestos del inmueble se hace cargo de pagarlos el abogado Hugo Alfredo Castro. También le fui a reclamar a él para que se hiciera cargo y todavía sigo a la espera de su respuesta.”
“Espero que las autoridades, los dueños y el señor Castro se hagan cargo de esta mugre de terreno, porque yo como vecina no me lo merezco”, concluyó.