Plaza Ocampo. El reloj marca las 21 y falta todavía para el inicio del partido Alumni-Deportivo Maipú.
En las tribunas, la gente que espera pone los ojos sobre la cancha. Y alrededor del campo de juego, con la vestimenta de entrenamiento del equipo villamariense, se mueve solo Raúl Maldonado, el “Bocha”, el primer jugador confirmado como nuevo refuerzo para el año que viene, que ya parece haber dejado atrás el momento feliz vivido en la Liga Bellvillense, donde recientemente resultó campeón con la camiseta de Sarmiento de Leones.
En ese sentido, en las tribunas, la pregunta sobre la puesta a punto del cordobés para tenerlo nuevamente en la tercera categoría del fútbol argentino, surge por decantación: ¿Cuándo podrá jugar?
La respuesta sale con rapidez de la voz del propio protagonista: “Para el 18 (de enero, día que se reanudará el certamen) voy a estar bien”, dice Maldonado, sin dudas por delante.

@Contento

El “Bocha” sumó porotos en los últimos días para que finalmente Alumni se incline por la decisión de repatriarlo.
La falta de oportunismo de Alumni, previo al duelo contra los mendocinos, pedía un jugador de su calibre, de esos que toman las decisiones correctas porque están curtidos de los momentos difíciles. De hecho, cuando concluyó el certamen anterior, su por entonces compañero de fórmula, Víctor Rena, había solicitado que le retuvieran el ladero, con quien precisamente empezaron a jugar juntos desde que ambos llegaron para afrontar la parte del campeonato en la que Alumni repuntó, con “Pistola” Vázquez como técnico.
Sin embargo, en un principio, Mauricio Magistretti no estaba convencido de lo que podía aportarle Maldonado y, junto con la dirigencia, coincidió en prescindir de sus servicios para probar otras opciones.
De todas maneras, al parecer, el entrenador mendocino cambió de idea y aceptó el retorno del experimentado ex Instituto, Belgrano y Racing de Avellaneda.
“El técnico me dijo que en ese momento se había equivocado y yo entendí”, contó el volante ofensivo-delantero, que debió “hacer los deberes” en la Liga Bellvillense hasta otra propuesta.
“Me fui de acá a Chile, pero allá no pude arreglar por la plata, entonces cuando vine era bastante tarde, aparte el técnico pretendía otras cosas, por eso arreglé en Sarmiento y la peleé”, confesó. Sin embargo, aseguró que “sabía que en cualquier momento iba a volver. Tuve ofertas de otros clubes y me decidí por éste”.
Claro que a la hora de hablar sobre su puesta a punto, Maldonado expuso sus argumentos: “Nunca me quedé parado, estuve practicando con un profe martes y miércoles en Córdoba, y jueves y viernes hacíamos fútbol con el equipo de la Liga, así que por suerte no estoy tan mal físicamente; lo único que me falta es tratar de ponerme al ritmo de mis compañeros”, aseveró.
Más allá de este punto, Maldonado tiene otra forma de ver las cosas en este juego, por eso se lamentó porque “ahora se corre mucho, el fútbol no es como antes porque parecen todos atletas y la verdad que es muy feo porque no se juega tanto, pero uno va a ponerse de la mejor forma posible para estar a la altura de mis compañeros y de las circunstancias”.
Por ahora, Maldonado se mueve para que no pongan en dudas su entusiasmo. Y no deja decir que está “contento” por haber retornado a un lugar donde se siente “muy bien”.