“La única verdad es la realidad” (Aristóteles). Con esta frase comienza el titular de Unidad y Compromiso Radical Gustavo Bustamante su opinión sobre el discurso de Eduardo Accastello en el marco de la apertura de sesiones legislativas que tuvo lugar el pasado viernes.
El dirigente, que fue precandidato a intendente de su partido en 2011, consideró que las palabras del intendente fueron “un compendio de realismo mágico al mejor estilo García Márquez” que se terminó desdibujando.
“Accastellandia, la maravillosa ciudad de la que habló el intendente en su alocución del viernes, es una ciudad ficticia, de cartón pintado, que se destiñe inmediatamente al caer una lluvia”, señaló en un escrito enviado, ayer, a nuestra Redacción.
Para el hombre del radicalismo, “ Villa María existe y bien nos vendría que, en algún momento, empiece a ser tenida en cuenta por aquellos a los que les toca administrarla para que se pongan a trabajar en alguno de sus problemas”.
“Basta una lluvia para demostrar que la infraestructura de la ciudad es insuficiente. Basta una lluvia para demostrar que los barrios necesitan más y mejor atención. Basta una lluvia para concluir que algunas de las obras, como el pavimento que permanentemente le factura a los vecinos en algunos barrios, están mal hechas y causan tantos problemas como los que soluciona.
Basta una lluvia para que el vecino se dé cuenta de que la carga tributaria que paga es excesiva ya que no tiene un servicio que justifique el monto de sus impuestos. Basta una lluvia, sólo una, para que nuestra ciudad deje de ser la Accastellandia que usted imagina”, precisó seguidamente en un mensaje directo al jefe comunal.
En su nota, Bustamante recordó que la ciudad estuvo cerca de ser lo dicho por Accastello “en los momentos en que el dinero de la Nación entraba a raudales”.
“Pero no fue así. Porque se empeñaron en llevar a cabo obras pensadas para lucirlas como un afiche publicitario y no para verdadero servicio de la ciudadanía. Porque además de concretar obras fastuosas y poco útiles, éstas se hicieron dilapidando el dinero por lo que, además, resultaron costosas y no pueden terminarse. Porque su ensoñación y el dinero fácil de la subvención al amiguismo político que recibía de parte del Gobierno nacional generaron un estado municipal caro, con una estructura y presupuestos gigantes que hoy, por causa de su ruptura con el kirchnerismo, debe recurrir a tremendos aumentos en los impuestos sólo para subsistir, porque si quiere terminar alguna obra, tampoco le alcanza y debe endeudarse”.
“Los vecinos son los que pagan...”
Seguidamente, Bustamante en su carta abierta al jefe comunal señaló: “A los villamarienses nos está tocando pagar las costas de su divorcio con el kirchnerismo; porque es un hecho que ya no hay más dinero para cubrir los huecos del presupuesto; es un hecho que la Nación ya no finalizará las obras y es un hecho que es el contribuyente quien deberá financiar todo ese desquicio”.
También, el radical abordó la pelea con la Provincia remarcando que “como políticamente se está quedando solo, también pagaremos su divorcio con de la Sota, a quien hoy critica, pero se olvida que le hizo campaña electoral a favor, de la misma forma que toda la provincia paga los platos rotos de la pelea entre el gobernador y la presidenta (Cristina de Kirchner)”.
“De forma paralela, la presidenta también nos cuenta en su discurso de apertura de sesiones del Congreso una historia fantástica, de un país maravilloso donde seguro encajaría una ciudad como Accastellandia, si ambos existieran”, concluyó.