Hugo Chávez es un demonio. ¿Por qué? Porque alfabetizó a dos millones de venezolanos que no sabían leer ni escribir, aunque vivían en un país que tiene la riqueza natural más importante del mundo, que es el petróleo. Yo viví en ese país algunos años y conocí muy bien lo que era. La llaman la “Venezuela Saudita” por el petróleo.
Tenían dos millones de niños que no podían ir a las escuelas porque no tenían documentos. Ahí llegó un gobierno, ese Gobierno diabólico, demoníaco, que hace cosas elementales, como decir: “Los niños deben ser aceptados en las escuelas con o sin documentos”. Y ahí se cayó el mundo: eso es una prueba de que Chávez es un malvado malvadísimo. Ya que tiene esa riqueza, y gracias a que por la guerra de Iraq el petróleo se cotiza muy alto, él quiere aprovechar eso con fines solidarios.
Quiere ayudar a los países suramericanos, principalmente Cuba. Cuba manda médicos, él paga con petróleo. Pero esos médicos también fueron fuente de escándalos. Están diciendo que los médicos venezolanos estaban furiosos por la presencia de esos intrusos trabajando en esos barrios pobres. En la época en que yo vivía allá como corresponsal de Prensa Latina nunca vi un médico. Ahora sí hay médicos. La presencia de los médicos cubanos es otra evidencia de que Chávez está en la Tierra de visita, porque pertenece al infierno. Entonces, cuando se leen las noticias, se debe traducir todo. El demonismo tiene ese origen, para justificar la máquina diabólica de la muerte.
N. de la R.: Galeano escribió este texto en respuesta a los medios venezolanos que salieron a cuestionar a Chávez por algunas medidas que comenzaron a cambiar el rumbo del país.
El propio Chávez también fue un ferviente defensor de la idea de Galeano. Y en un momento le regaló a Barack Obama, presidente de Estados Unidos, el libro “Las venas abiertas de América Latina”, del escritor uruguayo.